No es para la reina Sofía un secreto que su esposo le ha sido infiel 1000 y 1 veces, no es que esté de acuerdo y dijo que se vengaría de las amantes de Juan Carlos I, pero tiene conocimiento de lo que ocurre, siempre se habla de las infidelidades del padre de Felipe VI a Sofía, pero cuando pasamos al lado de la reina, encontramos una diferencia bastante curiosa.
Sofía no tiene miedo en expresar su amor por alguien de quien dice estar enamorada
Pilar Eyre nos trae desde el medio Lecturas una tanda de información sobre la reina emérita que seguro interesará a quien busque saber un poco más de ella, la periodista extrae esta información de una fuente cercana a la casa real, quien le comentó su experiencia mientras, una vez, entró a la sala equivocada buscando el despacho de Juan Carlos I y en su lugar se encontró a la reina Sofía:
“Estaban ella y su hermana comiendo con una bandeja delante de la televisión, en silencio, vestidas de oscuro, sin hablarse, la expresión de la reina cuando está seria impone mucho. Me miraron de forma airada, entendí que nadie solía entrar en ese cuarto, mascullé una disculpa, cerré la puerta y me quedé con la impresión de que había visto, en el corazón de España, a las mujeres más extranjeras y solitarias del mundo”.
A pesar de esta apariencia incluso fría, la verdad es que la reina Sofía siente un profundo amor por su familia, especialmente por su hijo, Felipe VI, pues se le puede escuchar decir sin miramientos “Estoy enamorada de mi hijo”, sin ningún tipo de duda, es notorio esto, aunque Juan Carlos I lo ve como un problema, él mismo se lo dijo a su hijo: “a tu mujer le encanta el oficio de reina, sin embargo, a tu madre solo le importa la familia”.
Es difícil acercarse a la reina Sofía
Es normal que entre las generaciones más distanciadas pueda haber algunos choques culturales incluso, desde el siglo pasado hasta el actual ha pasado un montón de agua bajo el puente y de una forma inevitable la sociedad ha cambiado, sin embargo, parece ser que a la reina Sofía se le dificulta más el interactuar con el entorno externo que no corresponda a su familia, llegando a ser una persona que casi no tiene amigos, uno antiguo confesó a Pilar Eyre que no es fácil mantener una conversación de tú a tú con la reina, “Pregunta mucho, todos los temas que trata son enjundiosos, no sabe llevar una conversación relajada., no entiende nuestro sentido del humor, no da confianzas, es muy difícil simpatizar con ella”.
Cuando le tocó a Sofía irse a Madrid, recibió una advertencia de Franco: “Alteza, daría muy mala impresión que frecuentara el trato de la aristocracia, repitiendo el clima de frivolidad de la corte borbónica”, esto por situaciones como cuando recibió el ofrecimiento de unas marquesas que se ofrecieron a ser sus “camareras”, la reina solo respondió: “Gracias, pero no me hace falta más servicio ¡si acaso una buena cocinera!”.