No hay duda en que seguramente sea Letizia la persona más afectada mediáticamente respecto a todo lo que se ha descubierto referente a su affaire con Jaime del Burgo y todo lo que ha surgido a través de los medios desde entonces, pero también podríamos decir que es la más afectada emocionalmente y a nivel de salud mental. La consorte no ha estado nada bien durante las últimas semanas y eventos como el del día de los enamorados en Barcelona sirven para demostrarlo. Letizia está más delgada y no es por alguna dieta, sino que la consorte ha perdido incluso el apetito por todas las cosas que están pasando en su vida.
Desde que Jaime del Burgo decidió hablar a finales de 2023 todo dio un giro de 180 grados para los reyes. Ya en 2023 tenían problemas pero eran sorteables, de diciembre en adelante apenas y pueden verse, Felipe VI sale siempre que puede y la consorte hace lo contrario, pues apenas sale y le visita su madre cuando puede o cuando el hijo de Juan Carlos I no está en Zarzuela. El estado mental de Letizia cuando no tiene que fingir estabilidad es deplorable y eso ha llamado incluso a que la visite su hija mayor, Leonor de Borbón.
El ejército está transformando a Leonor
El ejército está transformando a Leonor
La princesa de Asturias en malos términos con su madre, pero va a visitarla con cada vez menos frecuencia
Desde que se dio a conocer lo de Jaime del Burgo no tardamos mucho en saber la reacción de la hija mayor de los reyes. Leonor de Borbón desaprobó de manera rotunda a su madre por sus actos adúlteros y por la humillación que le había generado a su padre, sumado a la rebeldía en aumento que ha demostrado la princesa de Asturias de cara a las órdenes de su madre, sabemos que Letizia y Leonor de Borbón están en muy malos términos, pero con la consorte en un estado tan sensible desde Zarzuela habría solicitado que Leonor viaje a Madrid ocasionalmente para que visite a su madre. Sin embargo, es difícil saber si esto hará que Letizia presente alguna mejora.
La relación entre madre e hija es muy fría, convierten la sala en la que estén en un iglú pues aparentemente Leonor de Borbón tiene muy poco que decir a su madre que no empeore su sentir. No hay duda en que la desaprobación de Leonor de Borbón es palpable hacia su madre y esto incluso se ha notado en la frecuencia de sus visitas.
Al inicio la princesa de Asturias se había tomado el tiempo de ir a visitar a su madre con relativa frecuencia desde que se lo pidieron, pero con el paso de las semanas la cantidad de visitas que ha recibido Letizia de su hija se ha reducido considerablemente. Con esto no hay duda en que Leonor de Borbón apenas y quiere ver a su madre, pero es una situación tan delicada que difícilmente tiene la opción de dejar de hacerlo.