Si bien es cierto que la princesa Leonor tiene tan solo 18 años y que, por lo tanto, es aún muy joven, la hija de Felipe VI y Letizia sabe muy bien cuál es y cuál va a ser su papel en la institución en el futuro: su futuro papel como reina de España.
No es casualidad entonces que ya desde muy pequeña la institución haya ido poco a poco educándola y en caminando en este sentido, algo que ha provocado que, como ocurre con la inmensa mayoría de los miembros de las casas reales en Europa, la hija mayor de los reyes haya vivido en su particular burbuja.
El ambiente y las compañías que ha tenido a lo largo de su vida escolar, tanto en su colegio en Madrid, uno de los más top en España, así como en el internado de Gales, también uno de los más elitistas del viejo continente, le han permitido relacionarse con los más VIP, pero a la vez la han alejado de una realidad social que parece que ahora sí que esté empezando a conocer.
El ejército está siendo una bofetada de realidad para la futura reina
Y es que la entrada en la vida militar de la futura reina de España ha supuesto un cambio importante. En este sentido, por mucho que desde la institución se haya intentado vender que Leonor no tiene ningún privilegio frente a los otros compañeros de academia militar, es más que evidente que, por su peso institucional, Leonor juega otra liga.
Eso sí, una cosa son sus privilegios y la otra el hecho de que convive con gente de diferentes partes y, sobre todo, de diferentes clases sociales, algo que no había ocurrido nunca en su caso y que le está haciendo conocer una realidad desconocida hasta ahora y que evidentemente es más que necesaria teniendo en cuenta que, al fin y al cabo, e el futuro su papel va a ser fundamental.
Un contacto con la ‘vida real’ más allá de palacios y gente muy VIP que evidentemente está provocando que la futura reina tenga que dar un paso adelante en algunos aspectos y amoldarse no tan solo a las exigencias del ejército, sino a un día a día mucho menos plácido del que había conocido anteriormente.