Cuando se habla de Zarzuela, Letizia probablemente sea la figura más controversial desde hace años, principalmente porque la consorte es de las pocas que quedan en la casa real, junto a Felipe VI, sus hijas, Sofía de Grecia y su hermana Irene de Grecia. De todas estas, Letizia siempre ha sido vista como una reina verdadera. El servicio ha hablado horrores de los comportamientos extremistas y controladores de la esposa de Felipe VI y esto le ha acarreado más peso a su mala imagen.
Lo curioso del asunto es que la cosa no cambia demasiado aunque hablemos de una de las royals más queridas de España, la reina Sofía. Podrá haber pasado a un lugar un poco más secundario en el momento en el que su hijo empezó a gobernar, pero las historias que se cuentan de ella pueden etiquetarse hasta de “historia de terror”.
El trato implacable de Sofía de Grecia con su personal
Si algo ha hecho bien Sofía de Grecia es tomarse en serio el papel de reina, aún con todo lo que le ha pasado desde que se casó con Juan Carlos I, ha mantenido una imagen ejemplar en este aspecto, cumpliendo en todo momento con sus responsabilidades y ganando el corazón de muchos como una de las mejores reinas que ha tenido España, pero decir que Sofía de Grecia es de naturaleza amable es lo mismo que no ver más allá de la nariz.
Quizá no supere a Letizia en este aspecto, pero la reina emérita tiene fama de tratar de forma horrible a su personal. Así como la esposa de Felipe VI, le exige a otros lo mismo que se exige a ella misma, y lo que cuentan algunos que trabajaron en Zarzuela es simplemente aterrador.
Para empezar, la emérita es una persona muy exigente, como ya dijimos, y esto podría dar a entender que a la mínima situación que no fuera de su agrado empezaría a gritar y regañar a los responsables, pero no es el caso. No significa que no le molesten los errores, para Sofía de Grecia una prenda de ropa mal planchada es algo inaceptable, pero la forma que tiene de hacerlo saber es arrojar la prenda al piso, y nada más.
La reina Sofía no asusta por lo que pueda salir de su boca, asusta su silencio
Hay empleados de Zarzuela que han confirmado lo implacable que llega a ser la reina Sofía y siempre sin salir del silencio. Tenemos el testimonio que obtuvo Pilar Eyre de una de sus peluqueras. Esta señorita explicaba que la emérita nunca los regañaba por nada, pero que su lenguaje corporal lo decía todo. Cada vez que tiraba accidentalmente del cabello de la emérita esta no decía nada, pero bastaba con ver sus ojos para entender que estaba disgustada con lo que acababa de hacer.