Ha sido un fin de año muy activo para Juan Carlos I, aún no llegamos al mes de diciembre pero no hay duda en que los pasados meses el rey emérito se ha movido más de lo que debería para su edad, incluyendo un buen puñado de visitas a España, como en el pasado mes de septiembre cuando visitó Sanxenxo una vez más para proclamarse campeón mundial en una nueva edición de las regatas. Casi exactamente un mes después, volvió por un asunto institucional, a medias, Juan Carlos I tenía una cita pendiente con Leonor de Borbón y su jura.
El trato hacia Juan Carlos I en España ha levantado asperezas, está molesto con su hijo
A pesar de que el emérito estuvo presente en España el día 31 de octubre, al igual que su esposa no tuvo acceso a la jura de Leonor de Borbón dentro del Congreso, lo cual generó desagrado entre los simpatizantes del emérito, pero la gota que colmó el vaso fue que tampoco se le permitiera pernoctar en Zarzuela. Esto fue una decisión general pues ni él ni nadie tuvo permitido pasar la noche en el palacio real pues “Zarzuela no es un hotel”, como declaró Felipe VI.
Esto enfadó mucho al emérito y no tuvo más alternativa que irse a Niza a pasar la noche, pero no es todo, algo había cambiado para el emérito, estaba cansado de que lo traten así y por eso ahora según el medio elcierredigital.com “estaría en pie de guerra”. El emérito se propuso algo, y es que si no lo querían en España iba a hacer todo lo posible por estar allí cada vez que fuera permisible hacerlo, en este caso, podría aprovecharse de las regatas, motivo por el cual tiene un nuevo viaje pautado para el 25 y 25 de noviembre, donde deberá subirse una vez más al “Bribón” para demostrar su habilidad capitaneando.
El emérito se ve por todas partes, menos en Abu Dabi
Desde el cumpleaños de Leonor de Borbón las tornas han cambiado y el emérito apenas ha sido visto en su domicilio. La realeza no sabe dónde está, y es que Juan Carlos I habría tomado la decisión de mantenerse en ubicaciones estratégicas con tal de regresar a España cuando guste. Niza es solo uno de los lugares donde se ha hospedado, como aquella noche que le cerraron en cara las puertas de Zarzuela. Londres sería otro de sus lugares escogidos para hospedarse durante los últimos días.
Le ha venido de perlas tener tantos aliados por fuera de España a Juan Carlos I pues ha podido permitirse apoyarse en ellos durante estos “tiempos de guerra”. Ciertamente se notan las intenciones del emérito de aumentar su presencia en España desde que fue exiliado, pero ahora junto a las presiones de su familia para que vuelva y unas fiestas de diciembre donde se espera su asistencia, puede resultar interesante ver qué curso toma esta disputa.