El pasado nos persigue, o eso dicen. También se suele decir que no hay que vivir en el pasado y que lo que pasó, pasó. Sin embargo, cuando se es una figura pública, lo cierto es que muchas de estas cosas no suelen ser del todo así, ya que, de cierta forma, el pasado irá contigo a todas partes, y esto es algo que le está pasando al rey emérito, el cual no puede poner un pie en España porque comienzan a salir a la luz algún que otro detalle turbio del emérito.
Bien sea que se hable de una hija ilegítima o de negocios no tan bien vistos, el caso es que siempre parece que las acciones pasadas de Juan Carlos I juegan en su contra y en contra de su imagen. Lo último que se supo hace meses es que este tiene un par de correos electrónicos que lo ponen en mala posición a él y a su hijo, Felipe VI.
Felipe VI abogó todo el tiempo por su padre
Aunque hoy en día Juan Carlos I vive “exiliado”, hemos podido ver como sus visitas a España se han hecho más repetitivas, sobre todo durante el último año. Esto también ha sido un arma de doble filo, pues siempre hay algo que contar del emérito y lo que contó El Confidencial deja mucho que pensar.
No es que sea algo nuevo, pues lo que cuenta el diario es que en noviembre de 2014 el emérito se reunió de forma privada con Pepe Fanjul, el cual es nada más ni nada menos un magnate cubano con el que el rey emérito siempre se ha llevado bien. Allen Sanginés-Krause también estaba con el emérito en dicha reunión, y tal parece que los planes del emérito eran encargar a su compañero el control de su dinero “sucio”, tal como muchos se han referido a ello.
Con lo que no contaba Juan Carlos I es que Pepe Fanjul se fuera de la boca, traicionándolo en el acto, y revelando dicha información conocida en aquella reunión mediante dos correos electrónicos, los cuales iban dirigidos a Corinna Larsen. Parece todo un plan desde el principio para destapar el dinero del emérito, pero quizás nunca lo sabremos.
El caso es que dichos correos pusieron en evidencia al emérito y también puso contra las cuerdas a Felipe VI, el cual a día de hoy todavía recuerda dichos correos y eso a pesar de que abogó a su padre. De hecho, haber abogado por el rey emérito le podría hacer ver como cómplice ante un tribunal, por lo que está en aprieto. Quizás por esto (y mucho más) el rey Felipe VI aceptó que su padre fuera exiliado por su esposa, pues entiende, le duela o no le duela, que el emérito esté en España durante su mandato puede resultar un problema para él, aunque quizás esto podría cambiar, pues ya hemos podido ver como poco a poco el emérito tiene más presencia en España.