Juan Carlos I tuvo muchas parejas a lo largo de su vida y eso es algo indiscutible. La cantidad de parejas que tuvo no se puede contar con las manos, que desgracia para la reina Sofía. Esta estuvo una vez a punto de dejar al rey emérito, pero luego de escuchar consejo de su madre terminó por “hacer lo que toda reina debería” y aguantó las infidelidades del rey.
Son muchas las mujeres con las que estuvo el rey emérito. En su época de buen mozo pudo haber estado con más de 5 mujeres al mismo tiempo. De hecho, Jorge Javier Vázquez reveló que Queca Campillo humilló a la reina Sofía en público. Queca Campillo ya se había sospechado como novia del emérito, pero lo que contó el presentador de televisión dejó muy en claro la relación que estos tenían, ya que la periodista llegó a contarle esto a varios compañeros de oficio, y por eso llegó a oídos del presentador.
Este contó un particular suceso que parecía sacado de la película “Instinto Básico”, pues Queca Campillo hizo lo posible para seducir al rey de una forma descarada justo delante de la reina Sofía, pero esta no podía decir nada debido a que Queca Campillo disimulaba muy bien. Algo insólito.
¿Qué fue lo que hizo Queca Campillo para ganarse el odio de la reina Sofía?
En aquella época en la que Queca Campillo estaba saliendo con el rey Juan Carlos I y teniendo relación con él, fue invitada a un acto presidido por los reyes, por lo que era su oportunidad perfecta para “retar” a la reina. Una jugada bastante arriesgada, pero a la que la periodista no temió en absoluto.
La amante de Juan Carlos I se puso su falda más corta para seducir al rey. Esta se sentó y dejó que sus piernas hicieran el resto del trabajo. Tal cual como Sharon Stone en la famosa película del 92, Queca Campillo dejó que sus piernas lucieran casi desnudas por la forma en la que estaba sentada y esto para el rey, y todo en frente de la reina. Luego de ese día, la reina lo tenía claro, odiaba a Queca Campillo con todas sus fuerzas, más que nada porque en aquel evento muchos fueron los que se dieron cuenta de este gesto.
Sin embargo, pese a que la periodista lo daba todo por su amante, tenía claro que no era la más importante. Cuando llegó Corinna Larsen a la vida del emérito, esta supo que no quería ser regalada a un puesto tan bajo, por lo que dio por finalizada su relación con el emérito. Sin embargo, aquellas vistas que le regaló a Juan Carlos I quedaran para siempre como un recuerdo que de seguro a día de hoy el emérito no se ha podido sacar de la cabeza. De seguro la reina Sofía tampoco olvida esto y sigue odiando a Queca Campillo con las mismas fuerzas.