Resulta curioso ver cómo con el paso de los años los matrimonios de las realezas de Europa se están deteriorando, unos más que otros. El ejemplo que tenemos más presente día tras día es el de Felipe VI y Letizia, y aunque quizá no lleguen a un divorcio porque no es beneficioso para el rey, puede que sí una separación como la de Juan Carlos I y Sofía de Grecia.
No viven en Europa justo ahora, pero el príncipe Harry y Megan Markle son otro ejemplo de matrimonio del cual se augura divorcio, pero volviendo a tierras europeas, tenemos el siempre recurrente matrimonio entre Alberto y Charlene de Mónaco, uno que resulta bastante mediático pues con el paso del tiempo parece que las cosas entre el príncipe y su esposa van de mal en peor.
Charlene pierde la relación con sus cuñadas, no se tragan
Se recuerda en los inicios de la relación entre Charlene de Mónaco y el príncipe Alberto que esta se llevaba bastante bien tanto con Carolina de Mónaco como con Estefanía de Mónaco, ambas hermanas del príncipe con la cuales se registraron momentos de júbilo y buen ambiente. Al inicio no había problema alguno entre la esposa de Alberto y sus hermanas, pero las cosas han cambiado con los años, y Charlene de Mónaco está cada vez más sola dentro del principado.
Entre Carolina y Charlene de Mónaco tenemos algo más de contexto, se teoriza que la mala relación entre las dos viene desde la boda de Charlene con Alberto de Mónaco, en la cual hubo un error de protocolo y el lugar donde debería haberse sentado Carolina de Mónaco terminó ocupado por la madre del novio. Nuevamente, todo a causa de un error pero por el cual Carolina de Mónaco se habría sentido excluida e incluso humillada frente al resto de la familia. La otra versión es que la hermana de Alberto de Mónaco habría sido muy perceptiva con el actuar de Charlene de Mónaco frente a su vida pública, a la esposa del príncipe se le hacía cuesta arriba enfrentarse a sus responsabilidades reales y por lo tanto hubo eventos o viajes a los cuales Alberto de Mónaco tuvo que viajar solo, cosa que Carolina de Mónaco no aprueba y considera que su esposa pudo acompañarlo en las ocasiones nombradas.
El “matrimonio de cartón” hace honor a su nombre
Los rumores que rodean a los príncipes no vienen desde hace poco, pues se lleva tiempo diciendo que ni siquiera viven juntos y que lo único que mantiene unido su matrimonio es un cheque, un contrato y sus hijos, a los cuales Charlene de Mónaco perderá la posibilidad de verlos en caso de alejarse de todo, por lo que todo apunta a que el único motivo por el cual la “princesa triste” se mantiene junto a Alberto de Mónaco es por conveniencia, por lo que seguramente no veamos mucho movimiento en cuanto a un presunto divorcio, pero seguirán rodando los rumores de problema dentro de Montecarlo.