Mucho se habla sobre Charlene de Mónaco pero muy poco sobre sus orígenes, por eso hoy nos hemos tomado la tarea de profundizar un poco más sobre la vida de los padres de la esposa de Alberto de Mónaco.
Padres de Charlene de Mónaco
Michael K. Wittstock y Lynette Humberstone siempre han velado por el bienestar de su hija. Lo hicieron en la distancia durante su larga ausencia sudafricana, de donde la princesa regresó con energías renovadas y más recuperada, algo que agradeció a su familia. Pese a que los Wittstock no pudieron estar con ella durante su convalecencia, tal como recoge el sitio web de la revista Vanity Fair.
El padre de la princesa ha trabajado durante años en el sector privado, donde ha ejercido durante décadas de directivo de ventas, mientras que su madre ha sido buceadora profesional e instructora de natación, un deporte que inculcó a su hija desde que esta era tan solo una pequeña.
Ambos se han mantenido muy cerca de la royal, Lynette Humberstone ha volado frecuentemente hasta Mónaco en los últimos años para estar junto a ella y sus nietos. Mientras que el padre en una de sus primeras entrevistas, confesaba en los tiempos en los que la relación entre Alberto de Mónaco y la deportista, que sería el primero en enterarse de los planes de boda.
Actualmente, según la revista ya citada, el matrimonio vive en Benoni, un suburbio de la capital sudafricana. Los padres de la royal han estado menos vinculados a las fundaciones y negocios de Mónaco que sus hijos y familia extendida, y el único capricho que se permite el padre es la crianza de caballos de carreras para las competiciones hípicas sudafricanas. Junto a otros socios, Mike Wittstock ha podido disfrutar incluso de alguna victoria del puñado de caballos a los que se ha dedicado desde antes de acompañar a su hija hasta el altar en Mónaco. El más reciente, Arabian Sky, compitió por última vez en agosto de 2022.
Charlene de Mónaco baila la macarena
La mujer de 45 años parece sentirse renovada. Atrás quedó esa princesa triste, seria y distante que generaba una enorme controversia entre los monegascos. La esposa del príncipe Alberto ha dado un giro radical y recientemente reapareció mostrando su mejor versión durante la entrega de premios del tradicional torneo de rugby de Santa Devota.
Lo impactante de todo fue que la sudafricana ha derrochado simpatía durante toda la jornada, hasta el punto de que no ha dudado en romper con el férreo protocolo y lanzarse a bailar la icónica coreografía de 'La Macarena'. La princesa de Mónaco lo ha dado todo a ritmo de 'dale a tu cuerpo alegría, Macarena' de Los del Río.
Para esta ocasión deportiva la princesa recurrió a un look muy cómodo cargado de básicos compuesto por pantalones pitillo de tiro alto en color blanco a juego con la camiseta, un total look white de lo más estilizador que rompía con una ajustada blazer de color azul marino. Completó este outfit con unas sneakers, también blancas, que contrastan con sus llamativos labios rojos, igual que su manicura.