Los últimos días han sido de movimiento en el principado de Mónaco, pues Charlene de Mónaco ha partido una vez más a Sudáfrica con motivo de asistir a un evento de la fundación bajo su mismo nombre. La intención de la ex nadadora olímpica era presidir la Water Bike Challenge, una carrera benéfica con la intención de recaudar fondos principalmente para el programa “aprender a nadar”, el cual busca evitar los ahogamientos. Aparte de esto, parte de los fondos va dirigido a preservar especies animales como rinocerontes y otros que estén en peligro de extinción debido a la caza u otras causas.
Podría esperarse que ante este evento la princesa Charlene de Mónaco hubiera aprovechado de llevar a su esposo o a sus hijos, Gabriella y Jacques, pero no fue el caso, ya que la ex nadadora olímpica viajó a su país natal sola aunque a diferencia de otros eventos, se le vio “feliz y relajada”, tal como ella misma declaró y podemos ver en diferentes fotos, sin embargo, toda esta situación no es suficiente para dejar atrás la sombra que se cierne sobre el principado.
Los príncipes separados, pero nunca divorciados, a Charlene de Mónaco no le conviene
Mientras todo esto ocurría, el príncipe Alberto de Mónaco viajaba en otra dirección. Se le vio en el Oktober Fest de Alemania, festival dedicado a la cerveza del mencionado país, y en el cual evidentemente tampoco estaba su esposa. Sin embargo se cruzó con alguien cuyo nombre hizo ruido hace no mucho. La ex esposa del príncipe, Nicole Coste estuvo presente en el festival de la cerveza, y ya habíamos oído de ella porque junto a Alberto de Mónaco celebraron el cumpleaños de su hijo, igualmente sin presencia de Charlene de Mónaco.
Todos estos movimientos recientes contribuyen a los rumores de crisis matrimonial que existirían entre los príncipes, y sin embargo si nos apegamos a la información ya proporcionada por diferentes medios franceses sabemos que el divorcio es muy improbable por un simple motivo: conveniencia.
Al menos de momento, no resulta factible para Alberto ni para Charlene de Mónaco el divorciarse, ya que para el príncipe es por un tema de imagen, la cual se esfuerza en mantener, y en cuanto a la ex nadadora olímpica, es por un tema de dinero y sus hijos. Divorciarse equivale a perder toda custodia de sus hijos así como la sustanciosa cantidad de dinero que estaría cobrando: un millón de euros al mes, o 12 millones al año como se reportó originalmente.
Charlene de Mónaco cobraría esta cantidad por el simple hecho de no divorciarse de su esposo, así como continuar asistiendo a sus actividades reales puntuales. Fuera de esto no vive junto a su esposo y es poco el tiempo que pasa con sus hijos. La verdad es que los acontecimientos recientes no apoyan nada su relación, e incluso podríamos insinuar que Alberto de Mónaco estaría pensando en regresar con su ex esposa por la buena relación que se nota entre ellos, pero de momento no hay información que pueda respaldar esto.