Casa Real

Charlene de Mónaco sigue viviendo sin Alberto y fuera de Montecarlo

La vida de soltera dentro del matrimonio de Charlene de Mónaco.

Foto: GTRES
Barcelona. Domingo, 12 de mayo de 2024. 10:10
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Alberto de Mónaco y Charlene

En algún momento el matrimonio que mantuvieron Alberto II y Charlene de Mónaco pudo haber sido apreciado como uno idílico, uno sin demasiados problemas. Sin embargo, los años nos han demostrado que en el principado de Mónaco nada es lo que parece en realidad. Mientras más tiempo pasa no hacemos más que conocer detalles cada vez más específicos de todo lo que ha tenido que atravesar este matrimonio, especialmente Charlene de Mónaco, quien tiene bien agenciado su apodo de “La princesa triste”.

Son numerosos los eventos en los que Charlene de Mónaco se ha presentado con expresión muchas veces triste, y los motivos los fuimos conociendo a través de los medios, pues algunos han expuesto las experiencias de la princesa y la forma en la que realmente ha vivido su matrimonio desde hace tiempo.

Alberto de Mónaco y Charlene / GTRES
Alberto de Mónaco y Charlene / GTRES

La vida de soltera dentro del matrimonio de Charlene de Mónaco

El medio alemán Bunte habló en su momento del estilo de vida de los príncipes, bastante alejado de la imagen pública que querían dar e incluso convirtiendo el matrimonio en un negocio. Cuando Charlene de Mónaco se ausentó varios meses de Mónaco y su paradero y situación eran desconocidos. 

Fueron 12 millones de euros al año bajo contrato lo que la hicieron volver, y como especificó el medio arriba citado, la “princesa triste” gustaba de refugiarse fuera de Principado, y es que Charlene de Mónaco no vivía en el palacio real junto a Alberto II, sino que tenía su lugar en Roc Agel. Esta era la residencia que el príncipe utilizaba durante el verano y que era una constante para la princesa si tenía que atender a algún compromiso en Mónaco.

Cuando Charlene de Mónaco no tenía nada con qué cumplir en cuanto a la corona es cuando se retiraba a dos horas de Montecarlo, a un pequeño pueblo en el Parque Nacional de Mercantour, en los alpes franceses, un pintoresco lugar donde no hay más de 15 casas además de aquella en la que reside Charlene. Una casa además bastante modesta, sin demasiados lujos, pero siempre acompañada de su guardaespaldas.

Charlene de Mónaco en la Coronación de Carlos III
Charlene de Mónaco en la Coronación de Carlos III

Sigue siendo extraño para los pueblerinos ver ocasionalmente a la princesa junto a su guardaespaldas paseando por el pueblo o saliendo a comprar algo para llevar de vuelta a su hogar, una rutina que no parece desagradarle en absoluto pues no la abandona a menos que sea estrictamente necesario regresar a Montecarlo, cosa que generalmente hace cuando debe hacer presencia en un evento o quizá ir a ver a sus hijos, Jacques y Gabriella.

A pesar de esto, el semblante de Charlene de Mónaco no suele cambiar mucho y su apodo se mantiene. Es conocido que su salud mental se ha puesto mucho en juego con su vida en la corona e incluso ha asistido a un especialista en Suiza, por lo que si bien la princesa se mantiene junto a Alberto II, parece que lo hace porque realmente no le queda más opción.