Si bien es cierto que durante muchos años se ha pintado la vida de los príncipes y las princesas de las casas reales de Europa como una vida muy privilegiada y de ensueño, han sido varias las ocasiones en las que los verdaderos futbolistas de estas historias muy bien ciado que sus vidas no son tan espectaculares como muchos piensan.
Un buen ejemplo de ello es Charlene de Mónaco, la mujer del príncipe Alberto de Mónaco que, como bien saben los que siempre han seguido de cerca la evolución de la casa real del principado, no es que pueda presumir de haber sido una mujer precisamente muy feliz durante toda su vida.
Es más, fue hace ya un tiempo cuando, evidentemente teniendo en cuenta que había desaparecido de los actos oficiales, muchos empezaron a preguntar qué estaba sucediendo con la mujer de Alberto, lo que provocó que fuera el propio príncipe del que salir al paso de los rumores desmintiendo ciertos aspectos que algunos medios de comunicación habían puesto encima de la mesa.
“Como sé que hay rumores, déjame decir: esto no es covid. Y no está relacionado con el cáncer. Tampoco es un problema de nuestra relación personal. Y si queremos discutir otra especulación, no está relacionado en absoluto con la cirugía estética”, apuntó.
La posible recaída de Charlene de Mónaco
De entre todos estos rumores que se pusieron entonces encima de la mesa, el que más fuerza cobró es el hecho de que Charlene podría estar pasando por un problema de adicción a los somníferos a causa de todo el estrés provocado por formar parte de una familia real en la que nunca ha sido bienvenida, especialmente para algunos miembros muy destacados de la familia de Alberto.
Evidentemente solo la protagonista es la que conoce perfectamente cuáles son los motivos de sus repetidas ausencias en actos oficiales, y más en los que se están llevando acabo en este mes de julio y que se está celebrando los 100 años del nacimiento del príncipe Rainiero, lo que parece que es evidente es que, teniendo en cuenta todo lo que se había comentado anteriormente a raíz de sus anteriores ausencias, que Charlene no está presente en estos actos no es sinónimo de buenas noticias.