En los últimos meses, la princesa Charlene de Mónaco ha estado en el centro de la atención mediática al reaparecer en eventos oficiales tras una prolongada ausencia en el Principado. Sin embargo, los rumores y polémicas que la rodean parecen no cesar. Expertos en Casa Real han revelado que su tiempo fuera no se debió solo a una infección otorrinolaringológica, sino también a una reclusión en una clínica de rehabilitación en Suiza. Y aunque finalmente pudo regresar al Principado, parece que la princesa no quiere volver a enfrentarse a ese oscuro pasado.
La presencia de Charlene en diversos eventos oficiales ha sido destacada, por lo que su asistencia al Gran Premio de Mónaco de la Fórmula 1, la final del torneo de tenis Master 1000 de Montecarlo, los eventos conmemorativos por el centenario del príncipe Rainiero y la ceremonia de coronación de Carlos III han dado mucho de qué hablar en las últimas semanas. Sin embargo, el experto en realeza, Michael Begasse, sostiene que detrás de su radiante apariencia, existen cambios de actitud y personalidad que podrían estar relacionados con su lucha contra la adicción a los somníferos.
Los altibajos de Charlene, ¿un reflejo de su lucha interna?
Según Begasse, la esposa del príncipe Alberto es una persona con actitudes cambiantes, como si hubiera dos versiones de ella misma en la misma persona. Durante la coronación de Carlos III Charlene mostró signos de debilidad y falta de energía. Sin embargo, un día antes, en una recepción en el palacio de Buckingham, su presencia fue descrita como "radiante". El experto señala que la salud mental de la ex nadadora olímpica aún no ha alcanzado una plena recuperación, y estos cambios en su actitud podrían ser el reflejo de su lucha contra la adicción.
Lucha contra una adicción persistente
Los rumores sobre los problemas de salud mental y la ‘tristeza’ de Charlene han estado rondando durante años, y aunque el Palacio ha tratado de mantener este tema en la más estricta intimidad, la verdad parece haber salido a la luz. Según la revista 'Here', la princesa Charlene estaría consumiendo una mezcla de "Stilnox, Imovane y derivados de Carfentanil" desde hace más de nueve años. Estas pastillas se convirtieron en su bálsamo para conciliar el sueño y enfrentar la presión y el estrés que conlleva su posición en la familia real. Sin embargo, con el paso de los años, la princesa monegasca ha abusado del consumo de estas pastillas al ingerirlas en cantidades mayores a las recomendadas por los profesionales médicos.
Para nadie es un secreto que la princesa Charlene ha enfrentado presiones y dificultades en el seno de la Familia Real desde que comenzó su relación con el príncipe Alberto, lo que la habría llevado a buscar refugio en los somníferos. Fuentes cercanas afirman que la sudafricana ha sufrido en silencio durante más de una década, soportando la malicia de ciertos miembros de la familia Grimaldi. Sin embargo, la situación ha llegado a un punto crítico, y su negativa a regresar a la clínica de Suiza revela la complejidad y la lucha interna que enfrenta para superar su adicción.