El Principado de Mónaco es reconocido mundialmente por el glamour, el lujo y la opulencia, pero también por las polémicas y los rumores de rivalidad entre los miembros más importantes de la Familia Real monegasca. De hecho, tras el regreso de Charlene de Mónaco al Principado, hace poco más de un año, ha surgido un nuevo capítulo en esta historia de rivalidades reales, puesto que se ha especulado que Charlene se ha propuesto quitarle todo el protagonismo a Carolina de Mónaco al desterrarla del ojo público. Como era de esperarse, la mayor de los hermanos Grimaldi no ha llevado para nada bien esta ‘jubilación forzosa’, dado que por muchos años ella fue considerada como ‘la primera dama honoraria’ de Mónaco.
Según algunos medios, la desaparición mediática de la princesa Carolina se debe a la agenda impuesta por Charlene, quien ha tomado la decisión de ocupar su lugar al convertirse en la nueva estrella del Principado. Recientemente, la ex atleta olímpica ha reforzado la agenda de la fundación benéfica que lleva su nombre y se ha convertido en el centro de atención en todos los eventos oficiales, opacando totalmente a la esposa de Ernesto de Hannover.
Esta situación ha obligado a la hermana mayor del príncipe Alberto a renunciar a casi todo aquello que la vincula con el Principado y a ausentarse de algunos de los eventos más importantes de la agenda oficial monegasca, a excepción del ‘Baile de la Rosa’, el evento creado por la fallecida princesa Grace Kelly que Carolina ha liderado durante varias décadas y al que Charlene no asiste desde 2014.
Charlene de Mónaco tiene una aliada de peso en el Palacio Grimaldi
Pero ¿por qué Charlene ha decidido eclipsar a la princesa Carolina? Todo parece indicar que la rivalidad entre ellas nació desde el momento en que Alberto II de Mónaco le propuso matrimonio a la sudafricana, dado que Carolina no aceptaba que una plebeya se convirtiera en la representante oficial de la familia Grimaldi, una institución a la que le ha dedicado gran parte de su vida.
Para no alimentar los rumores de que Charlene había sido víctima de desplantes por sus orígenes humildes, el príncipe Alberto decidió que su hermana menor, Estefanía de Mónaco, acompañara a Charlene en los eventos más importantes, ya que la relación entre ellas es mucho más cordial y Charlene se siente mucho más segura al contar con el apoyo de la princesa Estefanía. No obstante, esta decisión ha sorprendido a todos, dado que Carolina tiene mucha más experiencia en la organización de eventos y ha representado al Principado de forma magistral en los últimos 40 años.
Los celos y la rivalidad entre Charlene y Carolina de Mónaco ha sido una constante dentro del Palacio en los últimos años. Pero lo cierto es que la decisión de Charlene de condenar a Carolina de Mónaco al ostracismo ha generado una gran controversia en la prensa internacional, dado que podría tratarse de una despiadada estrategia para fortalecer su imagen y su posición en el Principado ahora que regresó de su exilio voluntario.