Durante el último año, ha habido mucha especulación sobre un supuesto divorcio entre los príncipes de Mónaco. Pese a los rumores, el príncipe Alberto ha negado tales afirmaciones en múltiples ocasiones, especialmente ante la notable ausencia de Charlene. Sin embargo, recientemente, la hemos visto reaparecer en eventos públicos junto a su esposo y sus hijos gemelos, intentando proyectar una imagen de unidad familiar, aunque los rumores de su separación siguen circulando en los medios.
Contrario a las especulaciones, las declaraciones del príncipe Alberto sugieren otra historia. Fuentes cercanas indican que él prefiere mantener en privado cualquier detalle sobre una posible separación, al menos por ahora, y habría alcanzado un arreglo financiero con la madre de sus hijos para que continúe desempeñándose como una esposa y madre ejemplar en público.
Charlene, por su parte, desea dejar Mónaco y distanciarse de los medios, pero sin alejarse de sus hijos, quienes son su mayor prioridad. Después de meses de discusiones, ambos llegaron a un acuerdo mutuamente beneficioso. Según este acuerdo, Charlene vivirá sola en Suiza, mientras que los niños, Jacques y Gabriella, permanecerán en Mónaco con su padre. A pesar de esto, la princesa tendrá libertad para visitarlos cuando quiera, y los niños pasarán gran parte del verano con ella fuera del principado.
La cláusula de Charlene para continuar al frente del principado
Además, Charlene seguirá apareciendo en la mayoría de los eventos oficiales a cambio de un generoso pago de 12 millones de euros al año, autorizado por su esposo. Según informes, el reciente contrato confidencial firmado entre la pareja incluye varias cláusulas especificadas por la exnadadora, que se irán revelando próximamente.
La relación entre Alberto y Charlene ha estado plagada de rumores de crisis desde el principio. Existen historias de que Charlene nunca fue feliz, a punto de abandonar a Alberto en el altar, pero fue convencida a casarse bajo presión. Se ha sugerido que la razón por la que Charlene no ha podido dejar a Alberto es la amenaza de perder a sus hijos. Este matrimonio se ha visto como una fachada para ocultar otros intereses y verdades, incluyendo rumores sobre la orientación sexual de Alberto, especialmente después de que se revelara que sus hijos fueron concebidos mediante fecundación in vitro, alimentando especulaciones sobre la falta de intimidad en la pareja.
La presunta homosexualidad de Alberto ha sido un tema de especulación, particularmente después de su participación en un evento en Suecia, lo que podría considerarse problemático para la imagen de la monarquía. Además, testimonios como el de una ex Playmate han añadido más leña al fuego sobre la vida personal del príncipe, complicando aún más la percepción pública de su matrimonio con Charlene.