En el Reino Unido y en el resto del mundo ya se preguntan qué sucedería si Carlos III falleciera, todo producto del revuelo que ocasionó el anuncio de la enfermedad que le detectaron, cáncer. Actualmente está recibiendo tratamiento, pero esta situación lo ha apartado de la vida pública. Siendo el rey de mayor edad en subir al trono, no se esperaba que su reinado fuera tan largo. Todo lo contrario a lo que le sucedió a su madre, quien tuvo un reinado de siete largas décadas. El rey está consciente del peso que tiene su cargo y las medidas que debe tomar, por eso está preparando a su familia.
Lo que se sabe de esta difícil situación de Carlos III es que acude con regularidad a un centro médico para recibir tratamiento, el cáncer fue detectado a tiempo. Sigue desempeñando su papel de costumbre, pero sin hacer ciertas actividades. En caso de empeorar o ser incapaz de mantener sus funciones, el Consejo de Estado tendrá la responsabilidad de asumir algunas labores y tomar determinadas decisiones. Las personas que conforman este círculo son Camilla, Guillermo y sus hermanos: Ana y Eduardo.
En el peor de los escenarios, el hijo de Isabel II tiene un atajo y es la abdicación. No obstante, esta es una opción poco realista. Estuvo toda su vida formándose para asumir el control, actualmente está contento con su rol y no está dispuesto a retroceder. En su primer discurso como monarca dejó claro que su compromiso con el país es “de por vida”. Tampoco sería sencillo dejar su papel en la Iglesia Anglicana y restarle poder a Camilla, que tardó años en incorporarse. En su lugar, él se cerciora de dejar todo a punto para su muerte.
Carlos III le allana el camino a Guillermo y Camilla
Al rey Carlos le pueden quedar meses o años de vida, el futuro es incierto. Es por eso que desde hace algún tiempo ha tomado con mayor seriedad la formación final que debe tener Guillermo. Si es necesario, el príncipe va a acceder al mando de la Corona antes de tiempo. Su padre se está asegurando de enseñarle los entresijos de su labor al frente de la monarquía, para que su deceso no lo tome por sorpresa. Aunque el heredero ya tiene años de formación y pese a los difíciles momentos que vive con Kate Middleton (también diagnosticada con cáncer), su compromiso sigue intacto con la institución.
Camilla es otra preocupación para el monarca, quiere que su esposa quede bien situada cuando él muera. Está haciendo todos los arreglos para que ella continúe disfrutando del estatus y los privilegios que le corresponden por ser miembro de la realeza. No podrá tener un poder oficial ni ser ‘Reina Madre’ porque es un tratamiento reservado para la madre del futuro Rey, un poder que tendría Diana de Gales si estuviera viva. Eso sí, será la ‘Reina Viuda’ y posiblemente se quede con un gran porcentaje de la fortuna que acumula su marido. Según el análisis de The Sunday Times Rich List, su fortuna asciende a 600 millones de libras esterlinas (680 millones de euros, aproximadamente).
Carlos III entiende que el destino puede ser caprichoso y es por ello que hace frente a las circunstancias antes de que sea demasiado tarde.