El ascenso de Camilla Parker Bowles al trono no ha sido fácil, más bien, ha sido un camino tortuoso. Durante muchos años fue la amante oculta de Carlos III, y luego la sombra de la fallecida princesa Diana se posó sobre su hombro. Tuvo que ganarse el corazón del pueblo británico. Su triunfo llegó después, cuando se decidió que el apelativo de ‘consorte’ estaba de más. Y aunque parece que todo está dicho y hecho, el padre del príncipe Guillermo tiene una estrategia para poner celosa a su mujer con una cuarentona. No lo creerás.
Es notable el éxito de Camilla Parker, que pasó de ser el secreto oscuro de Carlos III a monarca del Reino Unido. El 6 de mayo, el heredero de Isabel II caminó por el pasillo de la Abadía de Westminster con su esposa. Hace unos años esta era una escena inconcebible, el rey tuvo que enfrentarse a un complicado divorcio con Diana de Gales. “En ese matrimonio éramos tres, así que sobraba gente”, dijo la malograda princesa. Cuando se supo la verdad, Camilla se convirtió en la persona más detestada.
Sus compatriotas se oponían a que, tras el matrimonio de la pareja, fuera nombrada reina. No obstante, esto quedó atrás con mucho trabajo y estabilidad matrimonial, su creciente protagonismo en la monarquía es sorprendente. Ahora bien, nadie pensaría que entre los monarcas hay problemas. Más aún, que Carlos tiene otras preferencias.
Carlos III y Kate Middleton, la alianza que enfurece a Camilla Parker Bowles
Siguen trascendiendo tensiones de la Corona británica, al margen de los conflictos entre el rey y Harry. Esta vez las miradas están sobre la reina y Kate Middleton. Hoy en día la Royal está por encima de la mujer del príncipe Guillermo, al menos, en lo que a jerarquía y beneficios se refiere. Pero claramente hay una favorita, algo que no se le escapa al monarca. Ambas cuentan con la simpatía del pueblo inglés, pero es la madre de Jorge, Carlota y Luis la que se lleva los mejores titulares, la más elogiada y querida.
Camilla es inalcanzable en ciertos aspectos, como en el terreno de las joyas. En su joyero están las piezas más exquisitas, aquellas que tienen siglos de antigüedad y ciertos regalos preciosos de Isabel II. Por su parte, Kate es una de las aristócratas mejor vestidas. No importa el volumen de las joyas que luzca una, logra eclipsar con su belleza, looks de infarto y modernidad. Asimismo, ha optado por rescatar algunas joyas que tenían años sin estar en público. Como la tiara Strathmore Rose que no se mostraba desde hace casi un siglo y que lució en la bienvenida al presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol.
Tanto en popularidad como en términos de moda, la princesa de Gales le hace la guerra a su antecesora. Mientras la septuagenaria desespera luciendo ostentosa, la joven se posiciona sencilla, delicada y apropiada ante la atenta mirada del entorno. Por encima de todo, lo que más le molesta es que el rey Carlos deja que la mujer de su primogénito acumule victorias y se le permita utilizar joyería de lujo.
Camilla Parker y Carlos III encuentran sus primeros inconvenientes al frente de la monarquía. La generación de relevo tiene muchas papeletas a su favor.