Las sorprendentes revelaciones sobre la vida íntima del recién entronizado rey Carlos III no dejan de sorprender a los seguidores de la realeza británica. Recientemente, su primo, el príncipe Eduardo Von Anhalt-Dessau, se ha atrevido a exponer un aspecto desconocido del soberano británico, asegurando que ha sido gracias a su esposa, Camilla Parker-Bowles, que ha podido superar un doloroso trauma que arrastraba desde su infancia.
Eduardo Von Anhalt-Dessau, también periodista, ha afirmado en la revista alemana 'Stern' que el rey Carlos III siempre ha sido "muy sensible a las violaciones de protocolo", un rasgo distintivo que ya había resaltado su biógrafa, Sally Bedell Smith, en su libro sobre el entonces príncipe Carlos, publicado en 2017. No obstante, según las declaraciones de Von Anhalt-Dessau, ha sido gracias al apoyo incondicional de Camilla que el monarca ha experimentado una notable mejoría en sus habilidades para relacionarse socialmente y ha aprendido a controlar sus emociones.
El papel crucial de Camilla en la superación del trauma de Carlos III
El primo del rey reveló que Carlos III sufría un trauma relacionado con el contacto físico espontáneo de otras personas. Anteriormente, se ponía nervioso e incluso perdía el control cuando alguien le tocaba el brazo o el hombro. Además, se sentía abrumado y entraba en pánico en situaciones en las que se encontraba rodeado de desconocidos. Sin embargo, gracias a Camilla, esta situación ha cambiado drásticamente. "Carlos tuvo un gran trauma que Camilla resolvió. Solía perder el control cuando alguien lo tocaba espontáneamente, le ponía la mano en el brazo o incluso en el hombro", reveló Von Anhalt-Dessau. Además, mencionó que el monarca solía experimentar una sensación de "pánico" cuando se encontraba solo y rodeado de personas desconocidas. No obstante, ““ahora está muy relajado, incluso cuando está rodeado de gente y ésta le toca. Ese es claramente el mérito de Camilla”, agregó.
El lado oscuro de los Windsor: un pasado difícil para Carlos III
Carlos III siempre ha sido conocido por su carácter reservado y su cautela en mostrar emociones, tanto en su vida pública como en la privada. Sin embargo, detrás de esta fachada de la realeza, su historia esconde un pasado difícil y traumático que ha dejado huellas en su vida adulta.
El rey británico, desde joven, se enfrentó a la frialdad de los Windsor y a las altas expectativas que la institución tenía sobre él. Su primera esposa, Lady Di, reveló en una entrevista que Carlos III no podía ser táctil ni cercano emocionalmente, ya que arrastraba una gran retención emocional debido a la crianza en una familia donde el legado institucional prevalecía sobre los lazos afectivos.
Sin embargo, el trauma más profundo en la vida del monarca proviene de su experiencia en el internado escocés Gordonstoun, al que su padre, Felipe de Edimburgo, lo envió para forjar un príncipe fuerte y preparado para el trono. Carlos III fue víctima de bullying y maltratos tanto psicológicos como físicos por parte de sus compañeros en el internado, lo que generó ataques de pánico y miedo al contacto físico de desconocidos. Sin embargo, todo cambió cuando Carlos III se reencontró con Camilla Parker-Bowles, la mujer que se convertiría en su reina y su apoyo incondicional.