Ha sido un inicio de año complicado en muchos sentidos. Cada quien tiene sus propios problemas con los cuales lidiar en campos muy diferentes, inflación, crisis, guerras, divorcios, o la confirmación de una enfermedad con muy mala reputación como lo puede ser el cáncer. Con esto último hacemos referencia al rey Carlos III, quien se ha visto en una situación complicada cuando le fue detectado un cáncer no diagnosticado mientras se hacía un chequeo, algo que se ha juntado con las teorías conspirativas sobre Kate Middleton, pero lo que tenemos claro es que el rey de Reino Unido tiene muy complicada su permanencia en el trono, e incluso se espera que su hijo, el príncipe Guillermo, pueda sucederle más temprano que tarde.
Esto último ni siquiera tiene que ver totalmente con el cáncer del rey, sino que el recibimiento de Carlos III nunca fue el mejor y su enfermedad no hizo más que empeorar las cosas para él. Desde que subió al trono mucha gente quería verlo bajar para que su hijo o alguien más ocupara su lugar, pero más allá del cáncer hay ciertos detalles sobre Carlos III que dejan demostrado que su estado de salud quizá no sea el mejor, y en este caso ha sido una de las mayores expertas en la casa real británica, Ingrid Seward, quien ha aportado información inédita sobre el rey y muchas de sus opiniones sobre algunos miembros de la casa real, como Meghan Markle.
Carlos III debe dormir en una tienda de oxígeno, pero no deja de exigirse a sí mismo y a todos
En los últimos meses se ha notado un aumento considerable en la frecuencia con la que se publican libros relacionados con la corona británica, e Ingrid Seward no podía dejar pasar la oportunidad de publicar “My Mother and I”, un libro enfocado principalmente en la relación de Carlos III con su madre, la fallecida Isabel II, pero ocasionalmente se desvía para hablar de otros temas, como el implacable nivel de exigencia de Carlos III en cuanto a productividad a pesar de que él mismo debe dormir en una tienda de oxígeno por su complicado estado de salud.
Cada quien traza una línea en donde cree que es sano seguir trabajando y dónde es necesario detenerse, y según comenta Ingrid Seward en el caso del rey la tolerancia a las dolencias triviales es de un cero absoluto. No tolera que alguien falte al trabajo por una dolencia de este estilo y tampoco encuentra la forma de justificarlo, y en parte podríamos decir que cumple lo que profesa, pero a un punto en el cual algunos podrían pensar que no es del todo sano.
Debido a la sinusitis de la cual padece, Carlos III debe dormir en una tienda de oxígeno, un verdadero lujo, pero que no le exenta de madrugar incluso los días domingo, incluso cuando su cuerpo le pide descanso y no se siente muy bien de salud, por lo que la experta en la familia real nos deja claro que el rey tiene una voluntad de hierro, pero quién sabe cuánto tiempo su cuerpo le seguirá el paso.