En un giro inesperado de los acontecimientos, la monarquía británica se encuentra en el centro de una nueva controversia. El escenario de la realeza británica se ha convertido en un campo de batalla, y en el epicentro de la disputa se encuentran Carlos III y Camilla Parker Bowles, quienes traman un plan elaborado para acercarse a los hijos de Meghan Markle y el príncipe Harry, Archie y Lilibet Diana. A medida que se desarrolla este intrigante episodio en el drama de los Windsor, los rumores de una crisis matrimonial entre Meghan y Harry solo agregan combustible al fuego.
Meghan Markle prohíbe el contacto de sus hijos con Carlos III
Recordemos que, hasta hace algunos meses, parecía que Meghan Markle estaba dispuesta a permitir que sus hijos mantuvieran una estrecha relación con su abuelo paterno, Carlos III. De hecho, una fuente cercana a la ex actriz de ‘Suits’ reveló lo siguiente a ‘Page Six’: “Meghan no quiere que haya más rupturas con la familia. Ella quiere que sus hijos conozcan bien a su abuelo, a Carlos, sobre todo cuando no van a conocer a su otro abuelo", haciendo referencia al conflicto existente entre Meghan y su padre, Thomas Markle. De hecho, el informante aseguró que el soberano incluso había tenido conversaciones virtuales con Archie. Sin embargo, en una dramática inversión de la situación, la duquesa de Sussex ha prohibido repentinamente a sus hijos cualquier forma de contacto con el monarca británico. Las razones detrás de esta abrupta decisión han dejado perplejos a muchos y han desencadenado especulaciones sobre la frágil relación entre Meghan y Carlos III.
Carlos III y Camilla tejen sus planes contra Meghan Markle
Ante esta acción por parte de su nuera, el recién coronado rey de Inglaterra ha decidido tomar cartas en el asunto, mientras los rumores de una posible crisis matrimonial entre Meghan y Harry siguen en aumento. Fuentes cercanas a la Familia Real sugieren que tanto Carlos III como su esposa, Camilla Parker Bowles, han comenzado a mover sus piezas en el tablero, orquestando un plan para acercarse a Archie y Lilibet. Con este propósito, han aprovechado las crecientes tensiones en el matrimonio de los Sussex como una oportunidad para consolidar su influencia en la vida de sus nietos. De hecho, se rumorea que están trabajando para persuadir al príncipe Harry de que regrese al Reino Unido junto a sus hijos, en un intento de fortalecer los lazos familiares y alejar a los pequeños de la influencia de Meghan.
La sorpresa continúa con la noticia de que Carlos III ha asumido un papel inesperado como mediador en esta crisis matrimonial al brindarle asesoramiento legal a su hijo en caso de divorcio, ofreciendo incluso los servicios de abogados de renombre para luchar por la custodia de sus dos hijos. Sin embargo, esta ayuda viene con una condición clara: Harry debe retornar al Reino Unido con Archie y Lilibet para que puedan ser criados bajo los lineamientos del Palacio y puedan asumir sus roles dentro de la monarquía en el futuro.