La sobrina mayor de Letizia, Carla Vigo, continúa afrontando una vida tormentosa. Desde que es muy pequeña ha dado de qué hablar, pues se quedó huérfana a los 6 años. Érika Ortiz acabó con su vida en 2007, aparentemente, con un puñado de pastillas. Dejó sola a su hija, por lo que este episodio siempre fue un tema escandaloso en la familia y en los medios. Ciertos informantes señalan que la presión de Letizia y la Casa Real fueron insoportables para la madre de la joven. Con el tiempo, la reina se ha encargado de hacer como si este hecho fuera aislado y no existiera, incluso haciendo a un lado a la hija de su hermana.
Carla Vigo está en la misma posición que la familia política de Letizia, su presencia no es grata en la Casa Real ni se quiere mantener ningún lazo fraternal. Decir que la joven alguna vez tiene contacto con sus primas, es falso. De hecho, su tía no le presta ningún tipo de ayuda. Los únicos que ocasionalmente la visitan y se preocupan por su bienestar son sus abuelos, Paloma Rocasolano y Jesús Ortiz. En estos momentos, sobre todo, necesita que alguien le brinde apoyo. Por eso quiso acercarse a la esposa de Felipe VI, aunque su respuesta fue negativa.
Carla Vigo vive una tragedia y Letizia no baja la guardia
La vida no ha sido fácil para la hija de Érika Ortiz, pero decidió seguir sus sueños en el mundo de la interpretación. Tomó clases de actuación y de baile, desde hace algún tiempo intenta probar su talento en distintas producciones. Y aunque ha salido en algún proyecto, lo cierto es que no siempre tiene suerte. Hace unos meses, estaba previsto que saliera en la obra de Rafael Amargo, The Beautiful Dream of Life, pero no llegó a estrenarse en el Teatro Marquina. Esto la obligó a aceptar otros trabajos que no tienen relación con el mundo del espectáculo para mantenerse a flote.
Después de perder la oportunidad de la obra, anunció que saldría en la serie Vestidas de azul, la continuación de Veneno de los Javis que está basada en la novela de Valeria Vegas. Sin embargo, fue sustituída por encontrarse en recuperación.
Resultó ingresada luego de que se le diagnosticó con el trastorno de bulimia que padece desde hace años. Actualmente, está siendo tratada por un psiquiatra, como contó a través de sus redes sociales. A este estado de salud frágil se une el hecho de que no tiene trabajo. Por esta razón ha querido conversar con su tía y pedirle apoyo.
Tras estos acontecimientos, los abuelos de la aspirante a actriz decidieron intervenir y hablar con la Royal. Dada las influencias y la posición de poder que tiene, sería sencillo conseguir un trabajo apropiado. No obstante, Letizia no está interesada en intervenir. En realidad, no quiere tener nada que ver con ella. La política es igual para todos, mantenerse al margen para evitar controversias y que la Corona sea implicada.
Letizia no está conmovida por la precaria situación de Carla Vigo, elige guardar distancias y evitar titulares inoportunos.