La vida de Carla Vigo ha estado marcada por luchas internas desde una edad temprana. La pérdida prematura de su madre, Erika Ortiz, cuando apenas tenía 6 años, dejó una profunda huella en su salud mental. Expertos atribuyen sus problemas actuales a este doloroso episodio, que ha desencadenado trastornos alimentarios, como la bulimia.
El pasado verano, Carlaenfrentó otra crisis de salud que la llevó nuevamente al hospital. A su salida, sus abuelos, Paloma Rocasolano y Jesús Ortiz, junto con sus parejas, Marcus Brandler y Ana Togores, estuvieron a su lado. La familia se vio sacudida por la noticia mientras celebraban el cumpleaños de Erin, la hija de Telma Ortiz.
Los ingresos hospitalarios de Carla han sido una constante en su vida reciente. Desde la muerte de su madre, sus abuelos y la reina Letizia han sido sus principales apoyos, aunque de manera discreta. Ante cada emergencia, Paloma y Jesús han acudido sin dudarlo al Hospital de La Paz, brindando su cariño y respaldo a su nieta.
Carla Vigo reconoció que padecía TCA
En marzo, después de uno de sus ingresos, Carla reveló públicamente en redes sociales que sufre de TCA, un trastorno relacionado con la imagen corporal. Su lucha contra esta enfermedad ha sido larga y ardua, marcada por recaídas y momentos difíciles. Reconoce la importancia de buscar ayuda y la complejidad de su recuperación, comparándola con la lucha de los alcohólicos por mantenerse sobrios.
“Empecé a verme mal. A los 14 años empecé a hacer cosas perjudiciales para mí, pero fue con ocho o nueve años que comencé a verme mal en el espejo”, escribió en las redes sociales. “Recuperarse del todo es muy complicado, y yo no he salido porque he tenido recaídas… Sucede como con los alcohólicos, que nunca se recuperan del todo. Tengo que tener cuidado con ciertos comportamientos”, añadía.
La preocupación de la reina Letizia por la salud de Carla ha sido evidente. Aunque su papel como Defensora para la Salud Mental de la Infancia y la Adolescencia la ha llevado a actuar discretamente, su compromiso con el bienestar de su sobrina ha sido constante. Ha visitado a Carla en secreto, mostrando su apoyo y solidaridad en momentos difíciles.
La historia de Carla Vigo es un recordatorio de la importancia de abordar la salud mental con compasión y empatía. Su valiente lucha contra el TCA es un llamado a la conciencia y la acción en la lucha contra los trastornos alimentarios y otras enfermedades mentales que afectan a tantas personas en todo el mundo.