La historia de amor entre Carlos III y Camilla Parker Bowles tiene sus raíces mucho antes de la era de Lady Di. En 1970, en un encuentro casual durante un partido de polo, nació una relación entre el entonces príncipe de Gales y Camilla Shand, en un momento en el que ninguno de los dos estaba comprometido. En sus comienzos, este romance se desarrolló de manera discreta, alejado del foco mediático, algo muy diferente a lo que después se transformaría. Por este motivo, pocos conocen los detalles íntimos de su primer romance, uno que se truncó abruptamente y marcó un hito en la vida amorosa de ambos.
El vínculo entre ambos comenzó como una amistad que floreció rápidamente en un romance. Se especuló sobre los motivos de esta unión, algunos sugirieron que Camilla buscaba dar celos al que sería su esposo, el teniente Andrew Parker-Bowles, tal y como afirma ‘Vanidades’ en su sitio web.
Un giro inesperado: la decisión de Camilla
Incluso la revista ‘People’ informó en algún momento que, al conocerse, Camilla le dijo al primogénito de Isabel II lo siguiente: "Mi bisabuela fue amante de tu tatarabuelo. Siento que tenemos algo en común”, estableciendo una curiosa conexión entre ambos, que luego se replicaría en su propia historia. Sin embargo, este amor tuvo un final abrupto debido a que Carlos III debía cumplir con su servicio militar en la Royal Navy, lo que lo llevó a marcharse unos meses a Estados Unidos. Durante esta separación, Camilla, no dispuesta a esperar más, decidió contraer matrimonio con Andrew Parker Bowles, quien ahora es su exmarido y padre de sus dos hijos, Tom y Laura.
Según fuentes cercanas al entorno de los Windsor, el entonces príncipe Carlos quedó devastado al recibir la noticia de la boda de Camilla. Se cuenta que fue ella misma quien le comunicó su decisión en una carta, desencadenando una profunda tristeza en el príncipe. A pesar de esto, mantuvieron algún contacto, y Carlos III incluso fungió como padrino del primer hijo de la pareja, Tom Parker-Bowles, en 1975, evidenciando cierta cercanía que perduraría en el tiempo.
El renacer de un romance prohibido
Aunque parecía un adiós definitivo, la historia entre Carlos y Camilla no terminó ahí. Años después, aunque ambos estaban casados y con hijos, decidieron retomar su relación de manera clandestina. Este reinicio amoroso se convirtió en una de las relaciones más escandalosas de la realeza, pues implicaba a dos personas casadas y con familias establecidas. De hecho, en 1993 medios como la revista australiana ‘New Idea’ y el ‘Sunday Mirror’ del Reino Unido filtraron algunos fragmentos de una llamada subida de tono entre Carlos y Camilla, siendo este uno de los episodios más bochornosos de la realeza británica. Además, fue la propia Lady Di quien dio los detalles del affaire de su esposo con Camilla Parker Bowles durante una controvertida entrevista para la BBC en 1995.
Finalmente, en 1995, Camilla se divorció de Tom Parker Bowles, y un año más tarde, Carlos III siguió el mismo camino. Tras un período de espera discreto después de la trágica muerte de Lady Di en 1997, la pareja finalmente celebró su matrimonio en una ceremonia civil el 9 de abril de 2005. Este acontecimiento significó la primera vez que un heredero al trono británico contraía matrimonio con una persona divorciada, desafiando las tradiciones y dejando un impacto histórico en la monarquía británica.