Las historias que rodean a todo tipo de famosos alrededor del mundo se cuentan por montones, desde hábitos raros, momentos vergonzosos y excusas cuestionables, entre muchas otras cosas que se recopilan día a día en el vasto mundo de la prensa especializada. Ya solo contando España tenemos las ocurrencias de los reyes, como Letizia que no puede ir a Cataluña sin pedir siempre la misma bebida o Sofía de Grecia que es una obsesa a las compras.
En Reino Unido no se quedan cortos con sus caprichos. La realeza hace lo posible para que la población haga caso omiso de sus curiosas costumbres, y ahora que Carlos III es oficialmente el rey, es inevitable que todos los ojos se posen sobre él y su esposa, Camilla Parker-Bowles.
Ambos reyes tienen sus extravagancias
El hijo de Isabel II probablemente sea el que tiene las mayores peculiaridades del matrimonio, empezando por un hábito que tiene cada vez que viaja, pues cada vez que lo hace no puede faltar algo bajo ningún concepto. Algunos pensarán que puede ser un buen vino, una buena comida, o quizá una habitación con todos los lujos posibles, pero la verdad es que no es nada remotamente cerca.
Aquello que no le puede faltar a Carlos III es su retrete, pero no un retrete, sino el suyo. Cada vez que el rey hace un viaje a larga distancia o que conlleva que pasará varios días fuera, necesita que junto a todo su equipaje se lleve su retrete personal. Si no es el suyo propio, Carlos III no va al baño, lo cual es ciertamente una extravagancia digna de la realeza.
Aunque Camilla Parker-Bowles no se queda atrás. Podemos empezar diciendo que ella no lleva un retrete a todas partes, y de igual forma la reina consorte siempre ha tenido una imagen más apacible y llevadera que la de su esposo, por lo que más de uno encontraría imposible de relacionar una costumbre así con Camilla Parker-Bowles, y es que sus hábitos extravagantes van por otro lado.
La delicada dieta de la reina, solo comida orgánica
La esposa de Carlos III es conocida por su estricta dieta donde solo ingiere productos orgánicos. El rey tiene la misma dieta pero quien dio el primer paso fue Camilla Parker-Bowles, la cual evita todo producto que tenga químicos, sintéticos o aditivos. Más que una extravagancia, se trata de un hábito que promueve la correcta alimentación y evita alimentos que pueden repercutir negativamente al estado de salud de los reyes. En el programa MasterChef Australia se comentó algo curioso sobre Carlos III, y es que al rey particularmente le encanta el queso así como cualquier comida que lleve huevos, y si encima de todo eso se le agrega alguna verdura, resulta incluso mejor para él.
Si hubiera que hacer un balance, definitivamente los hábitos alimenticios de los reyes suenan más a algo de sentido común, más si lo comparamos con las necesidades de Carlos III por su retrete propio, pero son dos de muchos ejemplos de las curiosidades que pueden verse en la realeza.