Estefanía de Mónaco, conocida en su momento como la princesa rebelde y la cual todavía mantiene de cierta forma ese apodo, ha tenido una vida, cuanto menos, interesante, y solo hay que echar unas páginas atrás para darnos cuenta de esto. Su vida a día de hoy está rodeada de muchos temas que dan para conversación, pero en general su vida ha sido justo eso, tema de conversación para muchos. Esto es normal, pues cualquier royal y sus relaciones dan para hablar a largo y tendido, y hoy no promete ser un caso diferente.
Estefanía de Mónaco fue esposa de un guardaespaldas suyo
Lo cierto es que la vida que lleva hoy día Estefanía de Mónaco es muy diferente a la que solía llevar. Esa libertad de la que quería gozar cuando era muy joven llamó mucho la atención, y, no solo eso, sino que le hizo ganarse el apodo de “la princesa rebelde”. Durante esta época en la que su juventud era muy plena, se enamoró de quien en aquel entonces era su guardaespaldas: Daniel Ducruet.
Este hombre logró arrebatarle el corazón a la princesa en contra de todo pronóstico y se casó con ella pese a que la familia de la princesa no estaba del todo de acuerdo con este matrimonio. Su trabajo era ser escolta de la princesa, y no pudo ser más fácil ahora que era su esposo, pues podía estar con ella durante muchas horas al día. De esta relación nacieron los dos primeros hijos de la princesa, aunque el matrimonio no duró tanto como se podría pensar, ya que al término de un año se divorciaron.
Esto fue a causa de una infidelidad de parte de Daniel Ducruet, una infidelidad que fue muy sonada y de la que casi todo el círculo social de la princesa se enteró. Daniel Ducruet pudo haberlo tenido todo con Estefanía de Mónaco, pero no quiso. La princesa estaba muy enamorada de él, pero aún así pidió el divorcio, pues cuando la confianza en una relación se pierde, no queda nada.
Ya nada queda de ese apuesto guardaespaldas que robó el corazón de Estefanía de Mónaco
Todo cambia, y eso es lo que le pasó al ex de la princesa. Pasó de vivir a todo lujo en Mónaco a ganarse la vida en la obra, haciendo reformas, algo que de cierta forma no es lo que se piensa de alguien que estuvo casado con una princesa. Pese a esto, vive feliz nuevamente casado y con una familia por la que da todo, aunque sin tener todo el lujo del que gozó en el pasado al estar casado con Estefanía de Mónaco, algo que, sin lugar a dudas, es muy interesante. Pese a eso, tiene una relación con los hijos que tuvo con la princesa y hasta ha conseguido mantener una amistad con Estefanía de Mónaco, pero le gusta vivir de forma discreta y no aparecer en los asuntos de su ex.