El dinero es un recurso que abre muchas puertas. Desde la existencia de la economía el tener una cantidad monetaria suficiente para una vida estable se ha convertido en una de las mayores necesidades del ser humano. Sin ser algo fisiológicamente necesario se ha convertido en algo indispensable a su propio modo, siendo quizá una preocupación para muchas personas alrededor del mundo que batallan para llegar a fin de mes, una posición en la cual seguramente Paloma Rocasolano ha vivido más de una vez durante décadas atrás, pero que a día de hoy muy poco ha de importarle.
La madre de la reina consorte Letizia es una persona que al igual que su hija y que el resto de la familia Ortiz Rocasolano tiene orígenes humildes, una mujer que fue una enfermera sindicalista cuyas vacaciones se limitaban a veranear en Benidorm con poco más que una nevera y una sombrilla de playa, algo que contrasta mucho con la vida que empezó a llevar una vez Letizia conoció a Felipe VI. Tanto Letizia como su madre se beneficiaron inmediatamente del aumento de los ingresos de la consorte, los cuales empezó a amasar hasta acumular la fortuna que hoy día ostenta.
Letizia tiene unos 8 millones de euros que su madre usa como aval de sus compras
Actualmente, la reina consorte goza de unos 8 millones de euros que puede administrar como guste. No se los debe a nadie y tampoco debe pedir permiso para gastarlos, pero no es la única que se beneficia de esta pequeña fortuna, pues su madre ha convertido el dinero de su hija en su tarjeta de crédito sin fondos personales.
No es la primera vez que se escucha de las costumbres que ahora maneja Paloma Rocasolano, muy diferentes a las que tenía cuando aún era sindicalista, pues abandonó las playas de Benidorm para vacacionar con los reyes y las hijas de estos. Esos días parecen haberse quedado un poco atrás por toda la conmoción provocada por Jaime del Burgo y lo involucrada que estaba Paloma Rocasolano con los secretos de su hija. Aunque ahora la madre de la consorte haya aparentemente cortado sus relaciones con el rey, no le prohíbe seguir utilizando los ahorros de su hija.
Cada 15 días aproximadamente Paloma Rocasolano sigue poniendo un pie en la calle y las tiendas de las zonas más prestigiosas ya pueden sentir quién se acerca. La madre de la consorte va a las tiendas que frecuenta siempre y arrasa con el inventario.
Compra cualquier cosa que le llame la atención, y evidentemente no pagando con su dinero, sino haciendo uso de los ahorros de su hija, es decir, esos millones que la consorte ha acumulado con los años y que aparentemente no desea gastar, pero que su madre no desperdicia una sola oportunidad para hacerlo, una tendencia que se ha mantenido durante años y que aparentemente seguirá en pie por muy difíciles que sean las cosas en la corona.