Como no podía ser de otra forma, son muchos, especialmente los más monárquicos en nuestra país, es que tienes muy claro que, dentro del matrimonio formado por Juan Carlos I y Sofía, es precisamente la reina Emérita la que puede presumir de ser un ejemplo a seguir en todos los sentidos, y no su marido, que ha sido motivo de innumerables polémicas en los últimos años a raíz, sobre todo, de su ajetreada vida amorosa más allá del matrimonio.
Y es que no es que sea precisamente ningún secreto que, por mucho que durante años, y aunque muchos lo sabían en este país, muy poco se hablaba de la vida sentimental del rey JuanCarlos lejos de la Reina Sofía, han sido muchas las relaciones amorosas que ha tenido el padre de Felipe VI a lo largo de su vida.
En este sentido, si bien es cierto que son muy pocos los que niegan que probablemente la ReinaSofía haya tenido también algún que otro amigo especial, siguen siendo muchas las voces que argumentan que el papel de la madre de Felipe VI nunca ha sido fácil en este sentido, entre otras cosas porque el rey Juan Carlos I nunca fue un hombre discreto.
Una de las mayores humillaciones a la Reina Sofía en Palma de Mallorca
Un buen ejemplo de ello es lo ocurrido en una de las cenas más famosas organizadas por la familia real en Palma de Mallorca, su lugar de veraneo durante muchos años. Fue en 1990 cuando Juan Carlos I y Sofía, que ya habían dado por roto su matrimonio pero que mantenían su relación de cara al público, organizaron una cena a la que acudieron, entre otros, el que hoy es jefe de la infanta Cristina, Aga Khan.
Pero lo curioso del caso ya no es que acudiera AgaKhan, Sino que a la misma cena acudió ni más ni menos que MartaGayà, una mujer que era desde hace ya un tiempo un amante del rey y por la cual, de hecho, el entonces monarca se planteó incluso el divorcio.
Más allá de que fuera la primera vez que los dos coincidían en público, no eran pocos los que conocían de su relación, de ahí que muchos se quedaron con la boca abierta cuando vieron que el rey no tenía ningún tipo de problema en saludar muy efusivamente a Gayà delante de su mujer, la Reina Sofía.