El príncipe Harry ha sido conocido por su vida amorosa un tanto tumultuosa, pero pocos conocen la historia de su relación más larga y auténtica antes de conocer a Meghan Markle. Durante su año sabático en África después de graduarse de EtonCollege, Harry conoció a Chelsy Davy, una empresaria nacida en Zimbabue y hija de padres británicos.
La pareja mantuvo una relación que duró siete años y que muchos consideraron auténtica, ya que se les veía juntos en público y siempre parecían felices. Sin embargo, la atención mediática y el escrutinio constante de los medios de comunicación llevaron a la pareja a terminar en varias ocasiones, hasta que finalmente rompieron de manera amistosa en 2010.
La presión mediática fue clave en el final de la relación
Aunque Chelsy Davy ha mantenido un perfil bajo desde entonces, se supo que se casó en secreto con Sam Cutmore-Scott, un antiguo alumno del Eton College, en una ceremonia privada. La pareja también dio la bienvenida a su primer hijo en común, un niño llamado Leo, en enero del año pasado.
La historia de Harry y Chelsy es interesante por varias razones. En primer lugar, muestra que el príncipe ha tenido relaciones sentimentales verdaderas y duraderas antes de conocer a Meghan Markle. En segundo lugar, muestra que la atención mediática puede ser muy difícil de manejar para alguien que no está acostumbrado a ella, y puede ser un factor importante en la ruptura de una relación. Antes de la ruptura, Chelsy Davy contó a The Times que la relación le “pareció difícil”. “No es algo a lo que te acostumbres”, añadía. La relación terminó de "manera amistosa" tras siete años juntos, cuando Harry tenía 24 años y ella 23.
Chelsy Davy rehace su vida junto a otro alumno del Eton College
También es interesante notar que Chelsy Davy y Sam Cutmore-Scott se conocieron en Eton College, la misma escuela a la que asistió el príncipe Harry. Esto sugiere que los círculos sociales del príncipe y de su ex novia aún se superponen, incluso después de muchos años.
En última instancia, la historia de Harry y Chelsy es un recordatorio de que incluso los miembros de la familia real tienen vidas amorosas complicadas y que la atención mediática puede ser un desafío real para cualquier pareja. A pesar de esto, parece que Chelsy ha encontrado la felicidad con Sam Cutmore-Scott y su hijo, lo que es una buena noticia para cualquier persona que haya seguido su historia a lo largo de los años.