Desde hace algunos años, Felipe VI no quiere demostrar que tiene relación alguna con los miembros más polémicos de su familia. Ni con su padre, ni con su hermana Cristina. Que si bien han coincidido en lugares públicos, no han vuelto a tener un trato de cara a los presentes. El rey prefiere no ver, tampoco acercarse, cuando las veladas se vuelven más distendidas. Al menos así lo confirman los testigos oculares. Esta etapa de la monarquía es diferente a la anterior en diversos aspectos, motivo por el cual hay mucho descontento entre los amigos de Juan Carlos I. Los mismos que humillan a su hijo con un mote vejatorio.
Felipe VI impuso el aislamiento a Juan Carlos I tras las informaciones que publicaron sobre sus operaciones de dudosa licitud. Su reinado comenzó apresuradamente, marcado por los escándalos de su padre. El descontento general por las actividades del monarca, desde la creación de fundaciones, la captación de comisiones y hasta la caza de animales, pusieron en entredicho la estabilidad de la corona. Desvincularse de las acciones bochornosas del rey fraudulento fue el principal objetivo del actual Jefe de Estado.
A pesar de su exilio en Abu Dabi, el esposo de Sofía de Grecia continúa haciendo planes para volver al país. Pues extraña la comida española, las regatas y a sus amigos. Sobre todo, a esos amigos que son 100 % “juancarlistas”.
El inquebrantable grupo de amigos de Juan Carlos I que denigra a Felipe VI
El regreso del monarca expatriado lo aguarda su séquito de amigos, una pandilla que lo ha apoyado desde hace años. Actualmente, le animan a que regrese a España, cuanto antes y más asiduamente, para retomar los episodios de camaradería y recuperar el tiempo perdido. Según comenta Pilar Eyre, la experta en la familia real, en una visita se le hizo un club de apoyo a Juan Carlos. “La que peor parada ha salido es la reina. Le atribuyen todo tipo de maldades. La odian”, comentó la periodista de lo que trataron estas reuniones y a quién le lanzaron más dardos venenosos.
Los fieles del anterior Jefe de Estado están resentidos, ya que el nuevo gobierno no les favorece. Letizia y Felipe los han tenido en el punto de mira desde que estalló la bomba. Estos son cortesanos a quienes les han mermado los privilegios, que ya no se mueven por los círculos de mayor poder en el país y que ahora no pueden hacer de las suyas. Por quien si pondrían las manos en el fuego es por su amigo, el rey emérito.
Entre los términos descalificativos que recibe el padre de Leonor de estos aristócratas destaca que es un “calzonazos”. “Le dedican palabras de conmiseración, calificativos desdeñosos envueltos en falsa compasión”, explica la comunicadora. Puesto que Don Felipe es visto como un elemento pasivo, una joya más en la corona que luce Leti. “La que manda allí es la nieta del taxista”, sentencian los amigos del año.