El rey emérito Juan Carlos I ha sido llamado de muchas formas, pero probablemente aquello por lo que más se le conozca sea su enorme “colección” de amantes. A lo largo de su vida el emérito ha hecho pasar por la cama a todo tipo de mujeres de su interés. Era muy raro cuando una dama le ofrecía resistencia pues el emérito siempre utilizó todos los recursos a su alcance para hacerse con lo que quería, y así fue durante toda su vida.
A pesar de mantener un matrimonio con Sofía de Grecia, esto realmente fue más impulsado por una necesidad que por verdadero amor, un trámite necesario para preservar a la corona y asegurar su longevidad al menos una generación más. El propósito de este matrimonio fue tener hijos y dejar establecida la descendencia, poco más.
Juan Carlos I compartió una mujer con un hombre muy particular
Siempre que se habla de las amantes del emérito salen a colación los mismos nombres, los de aquellas mujeres que a pesar de la volatilidad de Juan Carlos I para conocer más y más mujeres, encontraron un lugar especial en su vida, al menos por un tiempo. Nombres como Bárbara Rey o Marta Gayá pasaron al ideario público como “amantes de Juan Carlos I”.
Sin embargo, hay ciertos puntos de la vida de mujeriego que llevaba Juan Carlos I, y es que resulta curioso el cómo se llegaban a mezclar sus dos vidas: la de rey, un hombre influyente, poderoso y con contactos; y la de un mujeriego que podía acostarse con cinco mujeres diferentes en la misma semana, y eso estando a día lunes.
Lo que más llama la atención es el enorme volumen de mujeres que conoció Juan Carlos I y cómo la gran mayoría de estas tuvo algún tipo de encuentro con él, algo que muchas desmienten o guardan con mucho cuidado pues se les pagó para ello, pero un episodio curioso en la vida de Juan Carlos I es el que cuenta Mari Ángeles López de Celis, la que fue la secretaria de muchos de los presidentes de España.
Cuando uno de los presidentes dejaba el cargo y llegaba el siguiente, ella se mantenía ahí. Probablemente conocía más secretos de la presidencia que nadie, y es por eso que lo que cuenta sobre Juan Carlos I y su amigo, Adolfo Suárez, resulta bastante creíble.
Adolfo Suárez fue presidente de España entre los años 1976 y 1981, y durante este tiempo recibía una visita particular en Moncloa, la de Bárbara Rey. Ya sabemos la clase de relación que mantenía Juan Carlos I con esta mujer, y lo que especifica Mari Ángeles López de Celis es que siempre llegaba sin concertar cita.
Simplemente pasaba con el presidente, lo cual da a entender que el emérito y Adolfo Suárez compartían la compañía de Bárbara Rey en varios sentidos. Uno de esos detalles de la vida de Juan Carlos I que seguramente se repetirían más de lo que el público puede creer en un principio.