No es extraño ver que entre miembros de una misma casa real o incluso entre diferentes casas reales haya cierto nivel de “inspiración”. De ejemplo simple tenemos los pasos que puede seguir una hija, como cuando Letizia se hizo una perforación y Leonor de Borbón le siguió la pista, y aunque no sabemos si realmente fue por influencia de su madre pero pensarlo como posibilidad es plausible.
Continuando con Letizia, si bien muchas veces puede ser una figura rodeada de constantes escándalos, igualmente escandalosos resultan sus estilos, en un buen sentido. La reina consorte de España es una figura que otras monarcas tienen bastante presente a la hora de escoger sus estilos, pues ven a Letizia como alguien que conoce de estilo, e inevitablemente se traduce en ciertas inspiraciones, como lo que ocurre en Países Bajos, o mejor dicho, como ocurría en Países Bajos.
Amalia y Máxima de Holanda, nueva inspiración a la vista
Los tiempos cambian así como lo hacen las modas. Lo último se trata de un fenómeno sin forma que se va moldeando conforme al contexto del momento y la región que se observe, y en el caso de la princesa Amalia y su madre, la carismática y querida Máxima de Holanda, siempre han tenido cierta inclinación hacia estilos que podría llevar la consorte de España. Sin embargo, esto ha cambiado recientemente,
El pasado 19 de septiembre, tercer martes del mes, se celebró una fecha importante en los países bajos que para algunos sonará a trabalenguas: el “Prinsjesdag”, puesto en palabras menos confusas, el Día del Príncipe, un día estrictamente protocolar en el que cada año se da a conocer el dinero que se gastará durante el año siguiente. Lo protocolario no quita lo elegante, y menos tratándose de la realeza, pues el Día del Príncipe en los Países Bajos es conocido por su etiqueta de trajes largos y tocados.
En esta ocasión, madre e hija, Amalia y Máxima de Holanda se han decantado por algo bastante diferente a lo que se esperaría de ellas, un estilo que hemos visto mucho en otra personalidad de la escena royal, y eso que en teoría ni siquiera forma parte de una familia real a día de hoy. Nos referimos a Meghan Markle, esposa del príncipe Harry y duquesa de Sussex.
Un cambio radical, de Letizia a Meghan Markle
Parte del motivo por el que el estilo de Amalia de Holanda recuerda tanto a Meghan Markle parte desde la firma de la cual proceden sus estilos, conocida bajo el nombre de Safiyaa. En esta ocasión, la princesa llevaba un vestido con diseño largo color azul Klein y mangas de tres cuartos. Iba acompañados con detalles de color ocre y dos elementos que no pasaron por debajo de la mesa, su tocado y pendientes, los cuales provenían directamente del directorio de su madre.
Mientras que el tocado, de color ocre, lo recordamos del Día del Rey de 2014 siendo portado por Máxima de Holanda. Los pendientes vienen desde 2012, pues fue la primera vez que le vimos vistiéndolos y desde entonces ha hecho uso de ellos en varias ocasiones, ya que ese diseño de diamantes con una tanzanita con forma de rombo no pasaba desapercibido con la reina, y obviamente no sería el caso con su hija.