La nueva generación de herederos de los tronos europeos ha comenzado a dar qué hablar, pero para la princesa Amalia de Holanda, esta exposición pública ha sido una auténtica pesadilla. Desde su infancia, la joven heredera ha sido víctima de bullying por su apariencia física, un acoso que se ha intensificado durante sus años universitarios.
A finales de 2022, el horror alcanzó a Amalia cuando recibió amenazas de muerte por parte de la peligrosa mafia holandesa, la ‘Mocro Maffia’, que ya ha cobrado la vida de otras personas influyentes en los Países Bajos, incluyendo al periodista Peter R. de Vries. Temerosa por su seguridad, la princesa de 19 años se vio obligada a abandonar su piso de estudiante y refugiarse en el Palacio Real. El acoso y las amenazas han dejado profundas marcas en Amalia, quien aún vive con el miedo latente. Pero curiosamente, la protección en el Palacio le ha brindado un respiro, ya que allí no tiene que enfrentarse al constante bullying que sufrió en la universidad y que afectó seriamente su confianza y la seguridad en sí misma.
A la sombra de sus padres: La timidez de Amalia de Holanda durante la gira por el Caribe
Para intentar de integrarla en los eventos oficiales de la Corona neerlandesa, los reyes Máxima y Guillermo de Holanda decidieron llevar a Amalia en su gira por el Caribe. Sin embargo, las cosas no salieron como esperaban. El carisma y la personalidad arrolladora de los monarcas opacaron por completo a Amalia, quien se mostró tímida, nerviosa e incómoda frente a la multitud. Los medios locales no tardaron en señalar su comportamiento, comparándola constantemente con su madre, la reina Máxima. El periodista Rick Evers comentó: "Parecía bastante nerviosa, aunque hacía todo lo posible por lidiar con la situación, observando cómo lo hacían sus padres y tratando de imitarlos. Afortunadamente, en ocasiones podía esconderse detrás de ellos".
El peso de las críticas: Acoso en las redes sociales y los comentarios sobre su apariencia física
Pero las desventuras de Amalia no se detuvieron ahí. Durante su primer viaje de Estado, la princesa se encontró con un nuevo desafío: el acoso en las redes sociales y las críticas despiadadas sobre su apariencia física. Desde su llegada a las islas del Caribe, los comentarios en Twitter se volvieron verdaderamente desagradables, reviviendo así el doloroso bullying que había sufrido en la universidad. "La royal plus size"; "La princesa con sobrepeso"; "la princesa heredera, Amalia de los Países Bajos, futura reina, está gorda", fueron solo algunos de los despiadados comentarios que inundaron las redes sociales.
Sin embargo, a pesar de las adversidades, Amalia ha encontrado un gran apoyo por parte de sus padres, quienes han hecho todo lo posible para que su hija recupere la confianza en sí misma. Estos gestos han dado frutos y, afortunadamente, los días más oscuros para la princesa Amalia de Holanda parecen haber quedado atrás. Ha aprendido a enfrentar las críticas y ya no le afectan como antes, por lo que tomó la iniciativa de representar a la Casa Real neerlandesa en un evento previo a la coronación de Carlos III y en la boda del heredero al trono de Jordania, el príncipe Hussein.