Los que siempre han seguido atentamente la actualidad de la familia real del Principado de Mónaco saben muy bien que su máximo responsable ahora, Alberto de Mónaco, ha vivido durante toda su vida rodeado de rumores acerca de su inclinación sexual.
En este sentido, no han sido pocos los que no han dudado en asegurar que es homosexual pero que, teniendo en cuenta su condición ahora en el principado, ha tenido que ocultarlo siempre y, de hecho, ha tenido que casarse para ‘taparlo’.
Evidentemente desde la institución y desde los círculos más cercanos de Alberto siempre se ha negado todo al respecto y se ha asegurado que su boda con Charlene fue fruto del amor que sentían los dos y no un matrimonio para ‘salvar la imagen’ del entonces heredero.
El pacto entre Alberto y Charlene de Mónaco
Sin embargo, aún son muchos los que recuerdan la actitud y las caras de Charlene el día de su boda, una boda de la que quiso huir incluso. Así, los rumores de que la pareja nunca ha sido feliz y que, de hecho, Alberto tiene una vida paralela con mucha libertad sexual no han cesado desde entonces.
Es más, parece ser que Charlene le dejó muy claro hace ya unos años que su plan era el de separarse o divorciarse, pero consciente de que era una posibilidad muy remota, llegó a un acuerdo con su marido por el cual ella seguiría con sus obligaciones del cargo pero sin vivir con su marido a cambio de ni más ni menos que 12 millones de euros al año.
Un pacto que evidentemente ninguna de las dos partes ha aclarado si es cierto o no pero que muchos consideran que es el precio que puso en su día la ex nadadora para que Alberto siguiera con su imagen publica ‘intacta’ y los rumores sobre su supuesta condición de homosexual no fueran a más.
Rumores que empezaron en 2004 cuando una ex Playmate con nombre artístico Victoria Zdrok afirmó en una entrevista que una vez hizo un trío con Alberto y un amigo suyo y que él parecía, según Zdrok, más interesado en el amigo que en ella.