El escándalo que sacudió enero de 2022 será recordado por mucho tiempo. Dos amantes paseaban por la costa francesa cuando fueron fotografiados. En esas imágenes, se definió el rumbo de los siguientes meses, pues mostraban al marido de la infanta Cristina, Iñaki Urdangarin, con otra mujer. Fue una de las portadas más polémicas de todos los tiempos, el exjugador con Ainhoa Armentia tomados de la mano. Está de más decir que el mundo de Cristina ha estado de cabeza desde entonces y ahora es peor, ya que su ex renunció a casi todo por su nuevo amor.
Tan solo faltan unos meses para que se cumplan dos años desde que se dio a conocer la infidelidad de Iñaki Urdangarin con Ainhoa Armentia y la separación de la pareja, que ocurrió unos días después. El proceso de divorcio ha sido más extenso y tedioso de lo que se veía venir. Después de haber estado de acuerdo en esperar a que Irene (la hija menor) cumpliera la mayoría de edad, hacer el divorcio por notaría y mantener todo en secreto. Las negociaciones, tal y como se ha podido saber a través de diversas fuentes, se alargaron por las exigencias económicas del todavía marido de Cristina.
No obstante, tras meses de espera y numerosas peleas, la separación definitiva ya tiene fecha estimada. De acuerdo con Vanitatis, el divorcio tendrá lugar en Barcelona antes de noviembre. En otras palabras, los exduques de Palma finalmente saben cómo proceder. Lo triste es que algunos aseguran que la hermana de Felipe VI todavía utiliza su anillo de casada y tenía esperanzas de recuperar a su (todavía) esposo. Pero una vez más, el padre de sus hijos supo cómo herir sus sentimientos.
Iñaki Urdangarin se queda sin la gran fortuna, elige a Ainhoa Armentia
La situación económica de Iñaki no se estabilizó después de que salió de la cárcel. Según informan, solo recibe 463 euros mensuales para mantenerse y vive en la casa de su madre, en Bidart. En cambio, la hija de Juan Carlos y Sofía trabaja en la Obra Social La Caixa y en la Fundación Aga Khan, por lo que recibe un sueldo de 300.000 euros al año. Por esta razón se decidió que ayudaría económicamente a su ex, para que tenga la posibilidad de viajar a ver a sus hijos.
El pacto económico se situaba en 20.000 euros al mes, una pensión vitalicia. Pero esta cifra tenía unas condiciones muy específicas, el exjugador de balonmano no podría contraer matrimonio ni hacer vida con su nueva mujer, Ainhoa. Inclusive, la hermana de Elena recibiría ayuda del rey emérito para hacerle frente a un desembolso tan sustancioso cada mes.
Después de valorar este escenario, Urdangarin decidió recibir una manutención más baja y quedarse con Armentia. Se especula que recibirá 5000 euros mensuales, con tal de estar junto a la novia que quiere y poder casarse. Eso sí, no podrá recibir nada más. Puesto que el Código Civil de Cataluña establece que cada parte mantiene su patrimonio, es decir, ninguno estará obligado a darle nada al otro. Solo compartirán una casa en Bidart que compraron en conjunto.
Iñaki Urdangarin le volvió a demostrar a la infanta Cristina que lo suyo con Ainhoa Armentia no es algo pasajero. Un vínculo por el que es capaz de renunciar a altas sumas de dinero.