Ya han pasado muchos años desde el “cese de convivencia” de Jaime de Marichalar y la infanta Elena, el matrimonio que muchos consideraron una mera junta por interés resultó no ser más que eso. A Jaime de Marichalar se le notaba el hambre de estatus, y cuando sufrió el ictus todo fue más difícil para la hija de Juan Carlos I, quien ya estaba al límite y quería el divorcio inmediato, sin embargo, el rey emérito le presionó para que se mantuviera en la relación al menos un tiempo más, hasta que finalmente llegó su separación, sin embargo a día de hoy mantienen temas en común que los enfrentan, como sus hijos.
Jaime de Marichalar permite las actitudes de su hija, la infanta Elena está totalmente en contra
Desde siempre Victoria Federica y su padre han sido uña y carne, los dos comparten pasiones y Jaime de Marichalar siempre se han apoyado el uno al otro, especialmente el padre a su hija, esto sin embargo le ha ganado la desaprobación y total desacuerdo de la infanta Elena, quien siempre ha querido un estilo de vida para su hija similar al de Leonor de Borbón, pero en cambio, su hija ha optado por una vida de influencer sobre las alfombras y siempre al frente de las cámaras, y le ha salido rentable.
Victoria Federica probablemente sea la joven mejor pagada del momento, con todas sus apariciones en eventos, portadas de revistas y aparte su carrera como influencer, no es poco el dinero que ingresa en su cuenta bancaria, pero lejos de aprovecharlo de una manera, digamos, más responsable, lleva una vida de absolutos lujos, dentro de lo que alguien de su estatus puede permitirse, gastando unos 7000 euros todos los meses entre sus necesidades y sobre todo caprichos, su madre se lleva las manos a la cabeza, su padre no hace demasiado, y es lo que enerva tanto a la infanta Elena.
Con 22 años, Victoria Federica ya es legalmente una adulta, una persona que puede hacer y deshacer su vida como guste, pero al ser alguien de la realeza, tener ese principio en cuenta con alguien de sus actitudes puede ser complicado para la imagen de la realeza, por este motivo la vida de la hija de la infanta Elena no interesa solo a ella misma, ni siquiera solo a su madre, sino a toda la casa real.
Un cambio de ambiente a la Juan Carlos I
Cuando Froilán llegó al clímax de sus irreverencias, la solución fue “simple”, fue enviado a Abu Dabi con su abuelo Juan Carlos I a cambiar ciertos aspectos de su vida, y esto podría ser lo mismo que le ocurra a su hermana mayor tarde o temprano, no sabemos si ocurrirá algo que derrame la gota del vaso, como la pelea con cuchillos de Froilán, o si ya hay planes en movimiento para la influencer, pero lo que es seguro es que Victoria Federica necesita cambiar, o la harán cambiar.