La infanta Elena tiene un trabajo que nadie conoce o que al menos muy pocos conocen y que es una total pasión para ella, ya que participa en ese “trabajo” no por una motivación económica, sino más bien por pasión y amor a lo que se dedica.
Estamos hablando nada más ni nada menos que las carreras de caballos, competiciones entre equinos junto a jinetes para demostrar quién es el mejor de todos. Nadie pensaría ver a la infanta metida en uno de estos espectáculos, pero la verdad es que esto es algo que apasiona totalmente a la infanta, tanto al punto de hacer que la misma se traslade de un lugar a otro con su caballo pagando altas tasas de transporte y mantenimiento.
Definitivamente, lo que gana Doña Elena (como ha pedido muchas veces que se refieran a ella) no es nada comparado con, por ejemplo, su trabajo en la fundación Mapfre durante cada mes.
La hija del emérito le tiene tanta pasión a este deporte que es imposible para ella evitar participar en carreras importantes e incluso en aquellas que no lo son, algo que, realmente, no se suele ver en estos días y mucho menos con la edad que tiene.
La infanta Elena siempre ha tenido gran afición por los caballos y correr es algo que le gusta
Ser jinete desde hace muchos años es algo principal en la vida de la infanta, la cual no solo adora correr, sino que también adora la cría de caballos. Ahora mismo su caballo de carrera es jordano, un Alazán que ella misma crió junto con una de las yeguas que le pertenecen. Su anterior caballo, Qant, ya no le acompaña a carreras debido a la edad que tiene, pero aún así la infanta le guarda gran cariño.
Se ha podido ver durante todo este tiempo a Doña Elena participando en competencias de todo tipo, quedando siempre en buenas posiciones dados los numerosos participantes de esos eventos. Siempre destaca pese a su edad y en tan solo un mes, juntando todas las ganancias que ha percibido de esas competencias, la infanta ha hecho 600 euros.
Esto es poco dinero para lo que podría ganar la infanta dedicando ese tiempo que invierte en carreras en otra cosa, pero ella no se muestra para nada descontenta con esto, sino todo lo contrario. Adora competir y al parecer es algo que seguirá haciendo, haya o no dinero de por medio.
Su pasión por los caballos y las carreras
En más de una ocasión la infanta ha aprovechado para hablar de esta pasión que tiene y lo que siente cada vez que corre en un caballo. Su pasión por la hípica es algo que no puede explicar solo con palabras y dice que esa pasión la comparte con sus hijos, los cuales han heredado esa particular afición.
Ha recibido premios y galardones importantes también por su participación en la hípica, por lo que se puede considerar que la infanta lo hace bastante bien pese a que no gane demasiado de este “trabajo”.