La reina Letizia ha marcado su propio estilo real. Desde sus inicios como princesa, confiaba ciegamente en Felipe Valera, pero algo cambió en su relación con la moda. Ahora, el vestidor de Letizia es un crisol de marcas, desde las 'low cost' de Inditex hasta las sofisticadas creaciones de 'Carolina Herrera'. Pero Letizia no es la única que ha tenido sus deslices en el mundo de la moda.
La reina Sofía, la matriarca elegante de la monarquía española, también tuvo sus momentos de "infidelidad" fashion. En sus días de esplendor, confiaba plenamente en el talento del italiano Valentino Garavanni. El palacio de Zarzuela es testigo de una increíble colección de sus vestidos de Alta Costura que Sofía aún conserva. Letizia, en algunos eventos, ha tenido el privilegio de lucir estas piezas de colección.
Valentino Garavanni fue el modisto de cabecera de la reina Sofía durante décadas
Valentino ha ejercido su reinado en el mundo de la moda durante seis décadas. En 1959, fundó su propia marca en Roma, específicamente en la Via Condotti, alcanzando rápidamente un estatus imprescindible. Antes de este logro, colaboró durante cinco años con Jean Dessès y también trabajó junto a Guy Laroche. El debut de Valentino en las pasarelas ocurrió en 1962 en Florencia, marcando un éxito rotundo.
Durante casi 40 años, Valentino fue el modisto fiel de Sofía, vistiendo a la reina tanto en eventos institucionales como en reuniones privadas. A día de hoy, aunque Sofía no se pasea ahora con los nuevos diseños de Valentino, sí conserva una buena relación con él. En 2017, compartieron la velada en el Palau de Les Arts de Valencia, donde Sofía lució un vestido vintage rojo del diseñador.
La reina Sofía no fue totalmente fiel a Valentino Garavanni
Valentino, aprendiz del maestro Jean Dessès y amigo íntimo de la reina Federica (madre de Sofía), dejó su huella en la realeza. Diseñó el vestido de novia de la princesa Sofía y vistió a sus damas de honor. Además, fue el responsable de confeccionar los 15 diseños que conformaban el "trousseau" de la reina Sofía.
Pero la reina Sofía también tenía una carta bajo la manga en el ámbito de la moda española. Durante veinticuatro años, confió en Margarita Nuez, una costurera aragonesa radicada en Barcelona.
La creación que adorna a la reina en el retrato familiar de Antonio López es obra de la modista Margarita Nuez. La estrecha conexión entre ambas persiste hasta hoy. En algunas ocasiones, la reina se trasladaba a Barcelona para las pruebas de vestuario, mientras que en otras, la modista visitaba La Zarzuela. Nuez gozaba de gran favoritismo entre la alta sociedad catalana de aquel tiempo.