Felipe VI y Letizia son una pareja que muy a su pesar están muy alejados de tener una relación ideal. Casi como cualquier relación de la realeza, los Borbón siempre han estado rodeados de polémica y dos de los tres hijos de Juan Carlos I se han divorciado, la infanta Elena con Jaime de Marichalar y ahora la infanta Cristina con Iñaki Urdangarin; los reyes se mantienen en pie pero su matrimonio ya ha temblado en más de una ocasión.
2023 fue un año difícil para Felipe VI y Letizia, pues muchas cosas ocurriendo han causado que no puedan encargarse de todo, como por ejemplo problemas con sus familiares, discusiones con sus hijas o peleas entre ellos mismos dentro de Zarzuela.
Muchas son las veces en las que se aseguró que los reyes ni siquiera dormían en la misma habitación. Entre ellos hay una capa de hielo que se reduce o aumenta según el momento, pero siempre está ahí, quizás en eventos públicos no tenían de otra que romper el hielo, pero al volver a la intimidad de Zarzuela todo seguía igual, por lo que huele a divorcio.
Condiciones para el divorcio de Letizia sugeridas por Jaime del Burgo
No es la primera vez que se barajea tanto el divorcio de los reyes. Durante los años 2010 y 2011 Felipe VI y Letizia atravesaron una de sus mayores crisis. Primeramente se relacionó con el caso Nóos, que fue un verdadero golpe a la imagen no solo de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina, sino a toda la corona. Letizia le echaba la culpa de todo al Felipe VI y esto ha provocado una crisis junto a otro escándalo que se descubrió mucho después, donde evidentemente va incluido Jaime del Burgo, abogado y ahora presunto amante de la reina consorte Letizia.
Jaime del Burgo y la consorte estuvieron viéndose durante los años 2010 y 2011. Habrían mantenido una relación romántica a las espaldas de Felipe VI e incluso llegado al plan de fugarse juntos a Nueva York, lo cual no ocurrió. Se sabe que Jaime del Burgo hizo de abogado matrimonial e intentó ayudar a Letizia con las capitulaciones de su matrimonio con el rey. Había algunas cláusulas que dejaban a Letizia muy mal parada, como que en caso de divorciarse tendría que renunciar a la custodia de sus hijas, por lo que solamente podría visitarlas en días estipulados por la corona.
No todo era malo, pero Jaime del Burgo le exigía más
A pesar de perder la custodia de sus hijas, Letizia ganaría una asignación mensual de por vida, además de dos residencias, una para el verano y otra para el invierno, pero esto no era suficiente desde el punto de vista de Jaime del Burgo. Este le pedía a la consorte exigir una cantidad enorme de dinero para divorciarse, un total de 100 millones de euros, pero así como Letizia rechazó un cheque en blanco de Juan Carlos I, tampoco parece que estuviera interesada en divorciarse por dinero.